Momento de la junta general. (JM Paisano / Atese)
Estaban tres de los hombres fuertes de Manuel Ruiz de Lopera: Jaime Rodríguez-Sacristán, Manuel Castaño y Rufino González. El segundo denunció las cuentas (12,7 millones de beneficios; 45,6 millones de presupuesto; 1,4 millones de superávit) y la gestión del consejo de administración, que obviamente fueron aprobadas por mayoría. Podría haber sido la polémica de la noche, pero el protagonismo de la junta de accionistas del Betis deparó una sorpresa. José Antonio Bosch, con el tono más duro que se le recuerda, defendió la gestión del consejo no sólo frente a Castaño, sino contra las plataformas que, dijo literalmente, propiciaron su llegada al club. De hecho, llegó a poner su cargo y el del resto del consejo a su disposición.
PNB había desvelado su intención de votar sí a las cuentas, pero Bosch no se contuvo. Lamento tener que ser desagradable, pero no puedo aceptar que digan que las cuentas son opacas. Si algún accionista quiere más información, se dirige al club. El año pasado no entendía conceptos y se dirigió al club, no salió a los medios a decir que las cuentas eran opacas. Este año ha tenido que salir por alguna negligencia. Les ruego que no culpen al club. Fuego abierto.
No espero que Lopera esté contento con mi gestión. Hasta del señor Castaño lo esperaría. ¿Pero de las plataformas que han colocado a este consejo aquí? En el instante en que una presente un papelito en el que pida la remoción del administrador, inmediatamente dimiten el administrador y todo el consejo. No podemos consentir los quince días que hemos tenido en los que la preocupación de las plataformas era si este consejo iba a alzar los bienes del Betis a una fundación fantasma. Si tienen la más mínima duda de que el consejo puede regalar los activos del Betis o que las cuentas son opacas, sean valientes y pidan la remoción, que contarán con nuestro apoyo a su solicitud, advirtió.
Como mínimo nos merecemos la lealtad. Y si no la merecemos, díganoslo, que tardamos 24 horas. Pero hombre, los que nos han puesto en el consejo... No es lícito, ni honesto, ni leal ni valiente que nos deslegitimen. Tienen un camino muy sencillo, reiteró.
No todo fueron críticas a Bosch. El consejo debe salir de aquí con la cabeza muy alta. Su gestión en estos tres años es de matrícula de honor, dijo Adolfo Cuéllar. El enemigo está todavía ahí, todos sabemos quién es, recordó su hermano Miguel.
LA RÉPLICA. El apoyo no fue unánime. Bosch escuchó estas críticas, elegantes pero ácidas: Ya que nos pide lealtad, en la ley de SAD la lealtad no es con los administradores sino con la sociedad, pero la lealtad de los administradores sí es para con los accionistas, recalcó el presidente de la asociación, Cayetano García de la Borbolla. El Betis no necesita salvadores, pero tiene una maldición, que quien entra seis veces por la puerta de cristales se cree el salvador. Parece que las acciones de Farusa están malditas, afirmó Pepe Tirado, expresidente de la asociación. Esta sociedad está muy por encima de frases del antiguo régimen tipo me estáis exigiendo que me estáis cansando. Este consejo tiene toda mi empatía, pero nunca se me ha ocurrido decir que me voy a mi casa si esas críticas siguen, lamentó Íñigo Vicente. PNB no se merece este comportamiento del señor Bosch, denunció Camilo Puerto. Su soberbia nos ha llevado a una época tenebrosa. Si no me queréis, me voy. Es usted un fenómeno haciendo amigos, ironizó Leonardo Rodríguez de la Borbolla.
LA CONTRARRÉPLICA. Tras oír todo eso, Bosch suavizó la forma, que no el fondo: Lo que pido a las tres plataformas es que critiquen, pero por favor, si tienen dudas de la honestidad y creen que podemos cometer delitos, que pidan la remoción, insistió.
El presidente quiso poner un poco de cordura. Este consejo acepta las críticas. Lo que no es de recibo y nos indigna es que se dude de la honradez del consejo. No hemos visto un intento de PNB de conseguir la información que pretendía. No se puede deslizar, no es ético, que las cuentas son opacas y que el consejo no tiene interés en aclararlas. Pero no tenemos nada contra PNB, dijo Miguel Guillén. Y así, tras cinco horas de asamblea, se firmó una especie de tregua...
