José Antonio Bosch charla con Rafael Gordillo antes de la junta.
La junta de accionistas acabó más allá de las 2.00 de la mañana con un turno de ruegos y preguntas que fue cumplidamente satisfecho por José Antonio Bosch. No esquivó ni una cuestión el ya exvicepresidente, que replicó así a quienes dudan de él por su doble condición de administrador judicial y consejero: "Yo no soy el dueño del paquete mayoritario, yo lo represento. En una cabeza no caben dos gorras. Cuando tomo una decisión, sé la gorra que tengo puesta, la de administrador o vicepresidente". Y así a quienes le achacan maltrato a las plataformas: "He hablado con todas las que se han dirigido a mí. Es posible que no haya accedido a todas sus solicitudes, pero es incierto e injusto que no las haya escuchado". Rafael Moreno (Béticos por el Villamarín) le había espetado esto: "Si se opone a todo lo que propongan los accionistas minoritarios, no ha llegado todavía la democracia a esta santa casa". Y así rechazó la conversión de deuda en capital: "Me aterraría, no sé qué sentido tendría que el Dépor o el Elche se convirtiesen en accionistas del Betis".Hubo cuestiones más prácticas. Bosch, por ejemplo, anunció un área exclusiva para temas sociales, un proyecto para que haya guardería los días de partido y conversaciones para eliminar las barreras arquitectónicas en el estadio. Al mismo tiempo matizó que acabar el campo no tiene sentido mientras el actual no se llene por sistema, afirmó que el club ha ofrecido a los socios damnificados por la ampliación del palco "que busquen acomodo en la parte que les proporcione mayor satisfacción" y justificó por qué el presidente de las peñas no va al palco: "Que vayan yendo las peñas era más coherente que estuviese siempre una persona en representación de las 388 peñas". Así se ganó el último aplauso.