Los alumnos del colegio Nuevo Tussam en El Porvenir se han quedado por el momento sin recreo. Y no se trata de un castigo por el mal comportamiento de sus casi 200 alumnos sino de una medida de urgencia que se ha visto obligada a tomar la dirección del centro ante los restos de cristales, colillas y vasos de las botellonas que cada fin de semana tiene lugar en sus patios.
La situación de deterioro en la que se encuentra el colegio no es nueva. "Llevamos denunciando esta situación desde hace más de un año pero tras las navidades ha llegado a ser insostenible", aseguró su directora, Josefa Sánchez. Ante esta circunstancia, el claustro informó a los padres, en una circular fechada el 8 de enero, que mientras la situación no mejore quedaban suspendidos los recreos. Según indicaba la propia nota "los patios presentan restos de cristales, botellas, sustancias estupefacientes y hasta preservativos, debido al vandalismo que sufre todo los fines de semana y periodos vacacionales". Una problemática que ha dado lugar a actos vandálicos en el interior del centro. "Han entrado dos veces al comedor vaciando los extintores sobre las mesas", aseguró la directora. Una situación bastante frecuente ya que "antes de Navidad entraron en las clases y quemaron material escolar y la guitarra de una profesora".
La dirección del centro considera que el problema de seguridad viene motivado por la valla metálica, de unos dos metros de altura y bastante fácil de superar, que rodea al centro de forma "insuficiente" y que permite la entrada de los vándalos. "Pedimos que sustituyan la valla por una más efectiva que nos de seguridad", señaló Josefa Sánchez. La mejora del vallado no es su única petición pues también solicitan que se vuelva a reincorporar la figura del barrepatio, un empleado municipal que cada mañana limpiaba los patios y que eliminaba los restos que dejaba la botellona cada fin de semana.
La medida de suspender los recreos ha sido muy bien acogida por la AMPA del colegio. Una decisión a la que se han sumado las madres del centro que ven en ella "un grito de desesperación" en favor de sus hijos. La presidenta de la asociación de padres, Susana Bermudo, exigió que se arregle esta situación ya que "los niños tienen que aprender a respetar para el día de mañana y así no pueden porque están viendo de todo". Los padres no descartan tomar "otras medidas" si no se da una respuesta a sus peticiones.
El propio Ayuntamiento, a través del concejal de Conservación de Edificios Municipales, Joaquín Díaz, indicó ayer que no se cambiará el vallado del colegio porque "es nuevo y sólo tienes tres años" por lo que consideró que "no necesita cambiar el cerramiento". Lo que si asegura el Consistorio es que se intentará solucionar el problema a través del aumento de la presencia policial y la vigilancia privada en la zona.
