Los empresarios no quieren que España sea otro Portugal: un país en recesión que ahora además afronta una crisis política. Los principales directivos españoles aprovecharon ayer una reunión con José Luis Rodríguez Zapatero para pronunciarse también sobre la sucesión. Este colectivo, liderado por el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, reclamaron al jefe del Ejecutivo que aparque el debate sucesorio y no adelante elecciones con el objetivo de no interferir en la recuperación económica española.
Botín solicitó a Zapatero que agote el mandato hasta marzo de 2012 durante la reunión convocada por el presidente del Ejecutivo en el Palacio de la Moncloa con un total de 41 empresarios para abordar la últimas reformas económicas adoptadas al calor de los acuerdos del Pacto del Euro. En el encuentro de los máximos responsables de las mayores empresas españolas, que representan la mitad del PIB, Botín recibió el apoyo explícito a su solicitud de los presidentes de OHL y de Ferrovial, Juan Miguel Villar Mir y Rafael del Pino.
El primer banquero español defendió la necesidad de asegurar al máximo la estabilidad política con el objetivo de garantizar que los proyectos para salir de la crisis siguen su curso, y evitar toda posible comparación con las turbulencias políticas en Portugal que podrían obligar al país vecino a pedir el rescate de la UE.
Botín, Villar Mir y Del Pino consideraron que es necesario garantizar que las decisiones que se puedan adoptar en el ámbito político no interfieran en la marcha de la economía, que atraviesa dificultades que podrían verse agravadas si se deteriora el actual clima de confianza. La percepción de los mercados sobre la economía española y la capacidad del Gobierno de tomar decisiones para garantizar su solvencia son determinantes tanto para la financiación del sector público como para las entidades y empresas privadas.
Y es que al contrario que algunos barones socialistas -que quieren que el presidente comunique su decisión antes de los comicios municipales y autonómicos del 22 de mayo- y el líder del PP, Mariano Rajoy, que desde hace meses exige elecciones generales anticipadas, los empresarios prefieren que Rodríguez Zapatero no desvele su futuro hasta 2012 ante la "evolución positiva" de la economía española. Una evolución que caería con una crisis política.
En este punto, el jefe del Ejecutivo les aseguró que la voluntad de salir de la crisis es el único elemento que condiciona el calendario político y que las medidas económicas y reformas no están condicionadas a ninguna otra circunstancia más allá de la consecución de este objetivo.
Desde hace meses las especulaciones sobre la sucesión del presidente del Gobierno se han disparado. Las últimas informaciones aseguran que Zapatero anunciará su decisión de presentarse o no a un tercer mandato en el Comité Federal del PSOEdel próximo 2 de abril. En la Ejecutiva socialista del pasado lunes el propio Zapatero exigió a sus dirigentes que no se dejen presionar y dejó claro que tomará una resolución cuando deba "pensando en lo mejor para España y para el partido".
