José María del Nido volvió a insistir ayer en que el Sevilla no se reforzará “a corto plazo”, pero en cualquier caso la dirección deportiva sigue rastreando el mercado en busca de posibilidades de refuerzo, a corto o medio plazo. Puede ser lo que suceda con Moubarak Boussoufa, jugador marroquí del Anderlecht belga que el pasado miércoles, tras el partido de la UEFA Liga Europa ante el Dínamo de Zagreb, no descartó su marcha del conjunto belga ni que su destino fuera el equipo nervionense.
“No puedo decir si voy al Sevilla o no. Es cierto que algunos clubes me están siguiendo, pero tampoco puedo decir nada más”, manifestó este marroquí con pasaporte holandés. Estas declaraciones han sorprendido sobremanera en Bruselas porque hasta el momento Boussoufa siempre había mantenido que no se movería del Anderlecht. Ha sido irrumpir el Sevilla y cambiar el discurso. Claro que, del interés a la concreción hay un trecho. El centrocampista de origen africano tiene contrato con el equipo flamenco hasta 2012. Los medios belgas manejan una presunta oferta sevillista superior a seis millones de euros, 6,5 en concreto. Cantidad que sirve al menos para orientar el valor de un futbolista en franca progresión. De hecho, el pasado verano estuvo muy cerca de marcharse al Schalke 04 alemán. No es el único club europeo que lo pretende. Gusta y mucho el jugador sobre todo en Alemania.
CENTROCAMPISTA OFENSIVO. El perfil de Boussoufa, internacional marroquí de 25 años, es netamente ofensivo. Se trata de un centrocampista con un perfil diferente al de los jugadores que tiene en la plantilla actual Manolo Jiménez. Pese a mantener buenas cifras goleadoras –11 tantos la campaña pasada en la Jupiter Liga belga– su mayor virtud es la asistencia. Se puede calificar como un claro ‘pasador’.
Además, tiene el aval de haberse formado en la cantera del Ajax de Amsterdam, equipo desde el que luego pasó al Genk belga para marcharse en 2006 al Anderlecht, club en el que milita actualmente. Precisamente en 2006 fue designado jugador del año en Bélgica. Su pasaporte holandés lo convierte en comunitario y sus características físicas también lo diferencian de los actuales centrocampistas sevillistas. Es bajo, 166 centímetros, y ligero, 58 kilos, pero destaca por su potencia y, sobre todo, por su velocidad. Internacional marroquí, en el país africano, salvando las distancias, lo suelen comparar con Messi, aunque en realidad pueda asemejarse, al menos en el aspecto físico, a Jesús Navas, aparentemente débil pero potente físicamente.
En el Sevilla, como suele ser habitual, ni confirman ni desmienten este interés. Del Nido se limitó ayer a contestar sobre Boussoufa que no iba a hablar “de todos los jugadores cuyos nombres aparecen en la prensa”. Sea como fuere, el equipo nervionense busca un jugador para el centro del campo para la próxima temporada de corte más ofensivo. El nombre de este futbolista se une a otros como el del alemán Ozil o como el del español del Arsenal Fran Mérida.
