Bradley Cooper nació el 5 de enero de 1975 en Philadelphia, Pennsylvania. Aunque se graduó con honores en la Universidad de Georgetown en 1997, pronto se trasladó a la ciudad de Nueva York para inscribirse en una escuela de arte dramático, su auténtica vocación. Y parece que no se equivocó. Estando todavía dando clases, comenzó su carrera profesional en la primera división de la ficción televisiva, participando, de la mano de Sarah Jessica Parker, en Sexo en Nueva York (1998), una serie que comenzaba a dar sus primeros pasos.
Tras pasar por diversas teleseries de éxito, dio el salto al cine. Después de terminar uno de sus primeros largometraje, Carnival Knowledge (2002), sus planes pasaban por dejar atrás Nueva York y trasladarse a Los Ángeles, pero sus intenciones iniciales tuvieron que esperar cuando Darren Star lo contrató como estrella de la serie The $treet (2000). Además, Bradley se hizo con el papel del joven estudiante de derecho Gordon Pinella en la película Al límite de la verdad (2002), protagonizada por Ben Affleck y Samuel L. Jackson, y también con estrellas como Travis Paterson en My little eye (2002).
Al fin, decidió que era el momento de renunciar a sus otros proyectos de Nueva York y trasladarse a Los Ángeles, meca del cine, cuando fue contratado para el reparto de la serie que le regaló la popularidad: Alias, en la que actuó en 46 episodios de 2001 a 2006.
En esa época, diciembre de 2006, contrajo matrimonio con la también actriz Jennifer Esposito, aunque sólo duraron un año: se divorciaron en noviembre de 2007.
Antes de su aparición en la taquillera Resacón en Las Vegas, en 2009, su carrera había transcurrido de serie de televisión en serie de televisión, (Ley y orden y Nip/Tuck, además de las citadas Alias y Sexo en Nueva York). Sin embargo, fue este filme el que le lanzó al estrellato definitivo. Este papel le ha dado portadas y le ha colocado como candidato a sex symbol.
Y es que Cooper está muy lejos de unas facciones perfectas o de una belleza canónica, pero tiene ese aire de autenticidad que hace que su atractivo aumente a pesar de eso.
Ahora vuelve de la mano de la aspirante al Oscar Sandra Bullock, con la comedia Loca obsesión, en la que encarna a un loco enamorado de una reportera gráfica de la CNN. Una nueva oportunidad para demostrar que lo suyo, teleseries al margen, puede llegar a ser de cine.
