El Sevilla sopesa fichar al delantero brasileño Fred en el caso de que Chevantón finalmente encuentre un destino y salga. Sobre el ex del Lyon pesan algunos detalles de rebeldía, pero la mayor garantía es su procedencia. Todo lo que Monchi ha traído de Brasil se ha convertido en oro.
Habrá que esperar alguna que otra semana para comprobar si finalmente Fred, delantero internacional brasileño del Fluminense, se convierte en sevillista. Su llegada a la plantilla y la salida de Chevantón sería sin duda una jugada maestra en lo deportivo, aunque está por ver que el club encuentre destino para el charrúa. En cualquier caso, los contactos con Fred han existido y la experiencia dice a la dirección deportiva blanquirroja que la inversión en un futbolista brasileño siempre va a resultar rentable.
Desde que Monchi se hizo cargo de la planificación deportiva nervionense ha recurrido en cinco ocasiones a futbolistas brasileños para reforzar la plantilla. Ninguno de ellos ha pasado inadvertido. Es más, todos se han convertido en jugadores de enorme peso durante su estancia en el conjunto sevillista y en la centenaria historia del club. El primero en llegar fue Daniel Alves, en 2002. Llegó como una incógnita, como un juvenil sin experiencia y siendo un auténtico desconocido en el fútbol internacional. Seis años y 249 partidos con la camiseta blanca y roja después se convirtió en el jugador más importante de la historia moderna del Sevilla y en el mayor traspaso de la historia de la sociedad hispalense. Unos 36 millones de euros dejó en las arcas de la planta noble del Sánchez Pizjuán al irse al Barcelona -costó 1,3-, además de colaborar de forma decisiva en los cinco títulos logrados en el presente siglo.
Si Daniel Alves se formó como jugador de élite en el Sevilla, Julio Baptista, el segundo brasileño de la era Monchi, encontró su sitio real en el equipo que entrenaba entonces Joaquín Caparrós. Llegó como mediocentro defensivo y resultó ser una auténtica máquina de hacer goles. Su efectividad, en tan sólo dos temporadas, se hizo un hueco en la historia de artilleros del Sevilla: 50 goles en dos campañas, en 84 partidos en total. La Bestia fue además el encargado de devolver al Sevilla a Europa tras años de penurias. Llegó a cambio de 2,4 millones, se marchó al Real Madrid por 24 millones de euros.
Menos efectista pero más brillante si cabe es la trayectoria de Renato Dirnei Florencio. En su caso llegaba con un bagaje importante del Santos brasileño, donde alcanzó la internacionalidad, pero su sitio en el fútbol europeo se lo ha hecho en el Sevilla. Con sus 209 partidos como nervionense ya está situado en el 'top cinco' de extranjeros del club, tan sólo por detrás en número de encuentros de Achúcarro (278), el propio Daniel (249) y Diéguez (235). El centrocampista ha participado en todos los títulos del Sevilla y sigue siendo una pieza clave en el equipo que esta temporada volverá a disputar la Liga de Campeones. Los cinco millones que costó hace tiempo que resultaron rentables para la entidad.
Gran rendimiento le está dando también al conjunto hispalense Adriano Correia. Llegó en enero de 2005, seis meses después que Renato, a los 20 años. Caparrós lo puso a jugar en el primer partido ante el Barcelona. Con las temporadas, se ha convertido en un futbolista experimentado, que también ha alcanzado la internacionalidad con Brasil y que dota a la plantilla de una polivalencia asombrosa. Puede actuar en los cuatro puestos de la banda y, lesiones aparte, es una garantía para el Sevilla. Fueron 2,5 millones su coste.
Y tanto. Gracias a 3,5 millones y paciencia el conjunto sevillista cuenta con uno de los mejores delanteros del mundo, máximo goleador de la Copa Confederaciones. Despertó sus dudas por su carácter, pero ha acabado triunfando en el Sevilla y de qué manera. En cuatro años acumula 71 goles y está entre los máximos goleadores de la historia del club. Un buen precedente de lo que puede ser Fred. Queda claro que la inversión en éste último, que podría rondar los tres millones de euros, tiene buena pinta viendo los antecedentes.
