El primer ministro británico, Gordon Brown, admitió ayer que ha cometido errores, pero se mostró convencido de que el Partido Laborista puede recuperarse del batacazo electoral del 1 de mayo, cuando obtuvo los peores resultados en 40 años en las municipales de Inglaterra y Gales.
La tremenda derrota fue coronada con la pérdida de la Alcaldía de Londres, que ha pasado a manos del conservador Boris Johnson tras ocho años de mandato del laborista Livingstone.
En una entrevista con la BBC, Brown admitió que se equivocó al abolir el tipo fiscal más bajo del 10% para las personas con menos ingresos -una de las causas a las que se achaca su derrota en las urnas- y al permitir el año pasado que se especulara durante semanas con la posibilidad de que iba a convocar elecciones, lo que le costó la reputación de vacilante y oportunista.
para arriba. Pese al varapalo sufrido en las municipales, el primer ministro insistió en que su partido puede recuperarse a tiempo para hacer frente a los conservadores en las próximas elecciones legislativas, previstas como muy tarde para el 2010.
Para conseguirlo, el Gobierno debe a su juicio hacer dos cosas: "Primero de todo, solucionar el problema con la economía para que la gente vea que, como en el pasado, podemos superar los tiempos difíciles". "En segundo lugar -añadió-, demostrarles que tenemos una visión del futuro que llevará al país, de forma optimista, en mi opinión, a su próxima fase".
Brown, que dijo entender y sentir "el dolor" de la gente por el aumento del coste debido a la crisis económica, concluyó que hay que ofrecer a las familias trabajadoras oportunidades en el mercado inmobiliario y en la educación.
