Cultura

Brown se reconcilia con Sevilla

El autor de El símbolo perdido, que se publicó ayer en español, ensalza la modernidad de la ciudad y asegura que baila sevillanas, después de haberdescrito Sevilla como el Tercer Mundo en su primera novela.

el 29 oct 2009 / 19:30 h.

Mucho dio de hablar a la prensa sevillana el retrato que Dan Brown, el exitoso autor mundialmente conocido por El código Da Vinci, hizo de Sevilla en su primera novela, Fortaleza digital. El escritor describía a la ciudad como un lugar poco recomendable para hacer turismo, ponerse enfermo, llamar por teléfono e incluso para morir.

Aquella novela levantó tantas ampollas -llegaba a decir que los hospitales olían a orina- que incluso el Ayuntamiento pidió públicamente al literato que visitara Sevilla y rectificara su errónea visión.

Lo peor era que Brown no escribía desde el desconocimiento, puesto que había vivido en la ciudad en la década de los 80, como recordó en una entrevista con la agencia Efe, con motivo de la publicación ayer de su nueva novela, El símbolo perdido (Planeta), en español.El autor, que sale con una tirada inicial de un millón y medio de ejemplares en castellano para España e Hispanoamérica, pasó en 1985 en España un año inolvidable en el que aprendió a "bailar sevillanas y disfrutar de la vida", pero en el que también descubrió una "opresión religiosa" que nunca había sentido.

Vivió en la capital hispalense de mediados de los 80 cuando era un joven de 21 años. Entonces, el autor sintió cómo los hijos de la familia con la que residía luchaban por encontrar "un equilibrio" entre el mundo moderno y la "antigua estructura de poder de la Iglesia en sus vidas". "Había una fricción entre padres e hijos", recordó Brown, quien afirmó que "los padres sentían que la religión tenía que dirigir sus vidas y los hijos sentían que eso era el viejo mundo y querían vivir en el nuevo".

Sin embargo, aquel recuerdo ha quedado en el pasado y Brown quiso dejarlo claro ayer, destacando que se encontró con una Sevilla muy distinta cuando visitó España "de incógnito" por última vez tras la publicación de El Código Da Vinci en 2003. "Sevilla se había modernizado", dijo Brown, quien ha viajado más a España que "a ningún otro país en el mundo".

En cuanto a El símbolo perdido, una novela de intriga que discurre en Washington y gira en torno a los masones, reconoció que proyecta una imagen positiva del hermético grupo en el centro de la trama.

Brown explicó que su interés en la masonería radica en el hecho de que es una sociedad secreta, algo que cautiva de inmediato a este escritor amante de la conspiración.

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