Está claro que los sevillanos ya han hecho suya una fiesta más que conocida por las películas norteamericanas. Halloween llega cada año con más fuerza, aunque el tiempo no es el más idóneo para pasear por la calle y lucir el terrorífico disfraz o el maquillaje cada vez más trabajado. Eso sí, para más de uno las nubes y el cielo gris pueden favorecer el ambiente de suspense.
Todos los años las botellonas suelen proliferar porque son muchos los chavales que aprovechan la noche del 31 de octubre para salir de marcha a las muchas fiestas que se celebran por toda la ciudad. Sin embargo, el viento y la lluvia provocó que la madrugada del sábado al domingo hubiera muchas menos incidencias que otros fines de semanas, según informaron fuentes de la Delegación de Convivencia y Seguridad Ciudadana. Más de uno habrá pensado que es mejor reservar el disfraz y aprovecharlo para lo que queda de puente.
Eso es, seguramente, lo que hizo algunas de las más de 15.000 personas que ayer acudieron a Isla Mágica a celebrar Halloween. Ese es, por ejemplo, el caso de Alba, de 30 años, y su grupo de amigos. Los ocho habían quedado por la tarde en la puerta del parque más que preparados: maquillaje y hasta cadenas en los pies incluidas. "Él y yo es el segundo años que venimos", explica, y aunque Isla Mágica estaba ayer abierta hasta las doce de la noche, la hora de las brujas, ellos tienen claro que después seguirán la fiesta. "Nos iremos después o a Pino Montano o a Los Arcos", señala. Como ellos, muchos jóvenes se acercaron hasta el parque, pero la gran mayoría eran familias como la de Joselu, de cuatro años. Él, que iba vestido "de diablo", iba acompañado por sus padres, tíos, un primo y hasta su abuela, todos ellos disfrazados de pies a cabeza.
Y no fueron los únicos porque durante la tarde fueron muchos los padres que se animaron a ir disfrazados con sus hijos. "Esta es la gracia de este parque", asegura su gerente, Antonio Pélaez, pues "son muchas las personas que se animan a venir y participar". Es más, todo está pensado en esta fiesta y "para el que no venga maquillado hemos organizado un equipo de maquillaje en la puerta", explica Peláez.
El parque comenzó a festejar Halloween el sábado, cuando asistieron unas "4.000 ó 5.000 personas", pero esperan que el día grande sea hoy "porque es cuando la previsión meteorológica da mejor tiempo". Con esta fiesta el parque, además, da por cerrada su temporada y ya cerrará sus puertas hasta el próximo 4 de diciembre cuando abrirá, aunque con aspecto renovado, pues para entonces todo estará dedicado a la temática navideña.
En cuanto a los disfraces estrellas, el de bruja, el demonio y la muerte son los que triunfaron en Isla Mágica. Cientos de brujillas y diablos se pasearon ayer en las líneas C1 y C2 de Tussam hasta el parque o, los más arriesgados, lo hacían en coche, pese a que lograr un aparcamiento sí que era toda una aventura terrorífica, a juzgar por las colas. En declaraciones a Europa Press Televisión, la encargada de una tienda de disfraces, Ana Pichardo, explica que "el público local" es fiel a los típicos trajes de demonios, brujas o el conocido Conde Drácula y la tétrica Morticia Adams, aunque también incide en que con el tiempo se venden cada vez más complementos como "capas y colmillos" que disfraces completos. De hecho, para más de uno una simple máscara casera fue suficiente para montarse en su coche y dar vueltas por la ciudad intentando asustar a los conductores de otros vehículos.
