Cuando PSOE y PP parecen dispuestos a provocar que se cante aquello de ¡que se besen!, llega alguien de por ahí arriba y monta la de Dios es Cristo enviando agua en Semana Santa y Feria. Los supersticiosos dicen que ha echado mal de ojo a Sevilla, y los agricultores y científicos alzan en las casetas la copa de manzanilla a la salud del culpable y corean lo de "sigue, sigue, no pares", sin escuchar las gruesas lamentaciones de quienes llegan con el barro en el cuello. La cuestión es que los supersticiosos entren en razón: aunque parezca majareta decirlo, lo que está haciendo es buen tiempo.