Andreu Buenafuente será el encargado de presentar la Gala de entrega de los XXIV premios Goya, que se celebrará el 14 de febrero de 2010. La intención del 'showman' es dar a la ceremonia el carácter de un programa de televisión "que funcione", en el que no faltará el humor pero con "un punto de sobriedad".
También primará el "factor sorpresa", que al director de la Academia, Alex de la Iglesia, le gustaría que llegara con la presencia en la gala de grandes ausentes en anteriores ediciones, como Pedro Almodóvar o José Luis Garci.
Pese a que Buenafuente llegó a la sede de la Academia amordazado, como si De la Iglesia le hubiera obligado a ser el presentador de la Gala ("me ha costado convencerle", bromeó el presidente de la Academia), el cómico afirmó sentirse "muy contento" tras ser el elegido. "Es un reto como cómico y como presentador", afirmó Buenafuente.
El encargo de De la Iglesia pasa por que el humorista catalán conduzca una gala con cierto aire al "antiguo Hollywood". "Busco huir de la falsa complicidad con el público y hacer un programa de televisión que funcione", afirmó, por su parte, el director, quien desde la Academia quiere dar a estos galardones el "prestigio internacional" que merecen.
"No queremos jugar al número fácil ni suplir con humor la falta de presupuesto", señaló De la Iglesia, quien no quiso desvelar demasiado de la gala para no quitar el "misterio" que este acto precisa. "Quiero contar con el factor sorpresa, que no se rompa la magia", agregó.
Aunque Buenafuente será el "centro de atención" de la ceremonia, el montaje será "muy coral" y el cómico contará con la ayuda de la productora El Terrat, para conseguir que la fiesta del cine español guste a los amantes de la cinematografía nacional.
No obstante, Buenafuente ("el Johnny Carson español", según De la Iglesia) sabe que "hacer pasarlo bien no es tarea fácil" y, además, tendrá que lidiar con la primera entrega de 'Goyas' retransmitida por TVE sin publicidad, y, como otros años, en falso directo. "Será un reto para las vejigas de los españoles y aumentará la venta de orinales en enero", bromeó.
Haberle tocado presentar los premios "el año de la crisis" ("tengo la pequeña euforia del que sabe que se lo va a pasar bien", dijo) tampoco es un problema para Buenafuente. "En tiempo de austeridad florecen las ideas", señaló, a lo que De la Iglesia agregó que "al mal tiempo, carcajadas".
Buenafuente no pretende convertir la gala en una crítica a la política. "Creo que no hay que hacer eso, porque es la gala del cine, de la magia de los profesionales para seguir haciendo cine". "No es un sitio para reivindicar, ni una noche para mojarse. Es una noche para reír", sentenció.
El juego al que invitó la Academia de Cine a través de Internet para adivinar quién iba a presentar los Goya, se mantendrá con otras iniciativas hasta la entrega de los mismos, según detallaron. Así, habrá fiestas e Internet servirá para mantener el contacto con la gente de la calle. Incluso una persona del público entregará una de las estatuillas el día de la ceremonia. "Queremos proyectar la ilusión, ganas y esperanzas".
Asimismo, la Gala de Nominados, que se celebrará el próximo 23 de enero, podría hacerse en Barcelona. "Nos haría mucha ilusión hacerla en Barcelona, pero para eso necesitamos ayuda y el dinero suficiente", señaló De la Iglesia, quien no obstante no quiso hablar de si hay más o menos presupuesto que otros años y afirmó que "si lo hacemos mal, será por falta de talento".
