A pesar de todas las personas que han perdido la vida en Irak, el presidente de los EEUU, George W. Bush, insiste por activa y por pasiva en que la decisión de ir a la guerra en Irak "fue la correcta". Esta afirmación la realizó después de que en una entrevista a The Times reconociese que a veces usó el tono erróneo para explicar las razones de la invasión.
En una rueda de prensa con la canciller alemana, Angela Merkel, con la que se reunió el miércoles en Meseberg, a unos 70 kilómetros de Berlín, el presidente estadounidense aseguró que no lamenta en absoluto su decisión de ir a la guerra.
"El derrocamiento de Sadam Husein fue algo bueno", agregó el presidente, quien no obstante había expresado su arrepentimiento por haber usado expresiones como "vivos o muertos" o "a por ellos" para justificar la guerra.
Respecto a la relación de EEUU con Irán por el programa nuclear de este país, tanto el presidente de EEUU como el de Irán, Mahmud Ahmadineyad, elevaron el miércoles sus apuestas. En la rueda de prensa con la canciller alemana, Bush lanzó una dura advertencia a Teherán al asegurar que la diplomacia es la opción preferida para lidiar con ese programa nuclear, pero "todas las opciones están sobre la mesa".
Quiso dejar claro a Irán que, además de incentivos, también hay sanciones si Teherán no accede a las demandas de la comunidad internacional. "Nuestra posición es que debemos reforzar las sanciones que ya existen y deberíamos colaborar con nuestros aliados para aplicar sanciones adicionales si los iraníes optan por seguir haciendo caso omiso de las exigencias del mundo libre", declaró el presidente.
Por su parte, Ahmadineyad no se quedó callado y manifestó que "los enemigos" de Irán "son incapaces" de actuar para suspender el programa nuclear iraní que, dijo, "continuará", y confió en que la República Islámica "saldrá victoriosa".
