El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, expresó ayer su voluntad de poner "el contador a cero" tras reunirse con las asociaciones judiciales, a las que anunció la próxima convocatoria de 220 plazas de jueces y que mantendrán la competencia de fijar los señalamientos de juicios.
Caamaño y los representantes de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Francisco de Vitoria (AJFV), Jueces para la Democracia (JpD) y Foro Judicial Independiente (FJI) mantuvieron ayer la primera reunión formal desde el nombramiento del ministro, de la que todos destacaron el diálogo y la voluntad de colaboración para mejorar la Justicia española.
Respecto a la huelga de jueces del 26 de junio, el ministro insistió en que el de ayer era un paso importante para ponerse a trabajar conjuntamente, mientras que las asociaciones confiaron en que no sea necesario acudir a esta medida de presión.
La primera de las medidas propuestas por el ministro a los representantes judiciales fue la de ampliar de 150 a 220 las plazas de jueces y de 83 a 150 las de fiscales, que se materializarán en la próxima convocatoria. Además, para que estas plazas sean efectivamente cubiertas y no queden vacantes, se permitirá a los opositores que no hayan superado el último examen y sí los anteriores reservar la nota más alta para la siguiente convocatoria. El ministerio atendió también una de las principales reivindicaciones de los jueces, como es que se mantenga su competencia para el señalamiento de la agenda de juicios, que el proyecto de ley de implantación de la nueva oficina judicial atribuía a los secretarios judiciales.
Caamaño explicó que, al encontrarse el proyecto en trámite parlamentario, intentará consensuar con los grupos una enmienda para conciliar esta competencia de los jueces con las funciones de los secretarios judiciales. También se decidió la creación de un grupo para estudiar las posibilidades de conciliación de la vida laboral y familiar.