Fue ayer la primera vez en la historia de la ciudad en que todos los barrios contaban con sus propias cabalgatas de Reyes Magos. Para respetar a la de mayor antigüedad, la del 5 de enero, y para no coincidir en sus recorridos, salieron ayer en horario de mañana y tarde otros tres cortejos.
La cabalgata del barrio de Silos salió a la calle consolidando uno de los más admirados desfiles que pueden verse en la ciudad, especialmente por la belleza de sus carrozas. Es, además, la cabalgata de barrio con más tradición, ya que lleva 25 años recorriendo la parte norte de Alcalá de Guadaíra.
Eva Cortés, Francisco José Navarrete, Rafael Amodeo y Antonio González fueron los encargados de encarnar a la Estrella de la Ilusión y a Melchor, Gaspar y Baltasar, respectivamente. De igual modo, hasta 200 niños del barrio les acompañaron subidos a su decena de carruajes.
Por otra parte, por segundo año consecutivo, el distrito Este tuvo su cabalgata, con Elena María Cortés Navarrete, como Estrella de la Ilusión; Francisco José Navarrete Godínez, encarnando a Melchor; Rafael Amodeo Fernández, en la piel de Gaspar; y Antonio Joaquín González Cano, prestando su figura a Baltasar.
En tercer lugar, y como recién llegada, la cabalgata del Campo de las Beatas, que había desaparecido del calendario de las fiestas navideñas hace tres años. Este año un grupo de vecinos del barrio devolvieron la ilusión a sus niños pusieron en las calles del distrito Sur todo un desfile de color.
Los comienzos no fueron fáciles, ni siquiera contaban con una nave para hacer las carrozas. Fue un vecino el que prestó una para ello. En su primera salida fueron siete las carrozas que se estrenaron en la calle, destacando sin duda una dedicada al Puente del Dragón. En total, 140 niños del barrio subidos a las carrozas.
Sus majestades estuvieron encarnados por tres industriales del barrio: Gonzalo Roma, Marcial Rico y Francisco Bascón. La Estrella de la Ilusión contó con la figura de Raquel Flores. También se recuperó una tradición perdida hace años y, en lugar de salir del almacén del Punto, volvieron a hacerlo, como en sus orígenes, desde el propio barrio, concretamente del polideportivo.
