El escritor José Manuel Caballero Bonald se mostró ayer "especialmente orgulloso y complacido" de recibir el VI Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca, el de mayor cuantía económica de su género, con una dotación de 50.000 euros.
"Lorca fue uno de mis maestros y su escritura poética me sirvió de mucho en mis años de aprendizaje", aseguró a Efe el galardonado, que se ha declarado "un lector permanente" del poeta granadino.
Caballero Bonald considera "un elogio inmerecido" las palabras del jurado, que ha destacado su capacidad para buscar "un camino rigurosamente personal". "Yo he trabajado toda mi vida buscando un camino que no estuviera trillado, indagando en la lengua y persiguiendo un mundo propio, y si he conseguido eso, he logrado todo lo que me proponía en literatura", dijo.
Caballero Bonald, que dice estar "en contra de los sumisos", defiende que el escritor debe ser "un desobediente" con respecto a lo establecido y a los cánones para buscar "ese camino distinto, ese borde de la infracción".
"Si a mi edad [82 años] sigo pensando eso, creo que es una señal de que aún sigo siendo joven por dentro", valoró el poeta, quien describe sin complejos que ya se encuentra "en el arrabal de la senectud", parafraseando a Jorge Manrique.
Caballero Bonald se convierte en el sexto poeta en recibir el premio García Lorca y ya optó al galardón en la anterior edición.
El jurado del certamen, que deliberó durante más de una hora y media, ha destacado de él su búsqueda de "un camino rigurosamente personal" y su elección de explorar "las zonas menos transitadas de la lengua", diferenciándose del resto de autores de su generación.
"Es un poeta que ha reflexionado con mucho rigor sobre las posibilidades contemporáneas del Barroco, entendido no como una retórica, sino como un laberinto, como un proceso más largo para llegar a zonas de la conciencia", afirmaba ayer un portavoz del jurado.
Caballero Bonald nació en Jerez de la Frontera (Cádiz), y es Hijo Predilecto de Andalucía. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad sevillana y publicó su primer libro de poesía en 1952 bajo el título de Las adivinaciones.
Entre su obra poética destacan Las horas muertas, Descrédito del héroe o Laberinto de Fortuna.
