Las victorias son el mejor antídoto para superar las crisis de identidad como la que está atravesando el sevillismo, que tardará en digerir su eliminación en la fase previa de la Champions que ha trastocado todos los planes de la entidad, a corto y medio plazo. ¿Cabeza de ratón o cola de león? He ahí el dilema en el que se debaten hoy en día los aficionados.
Disfrutemos lo que tenemos, que a lo mejor es más de lo que podemos”, decía a sus aficionados el pasado jueves José María del Nido, dos días después del varapalo sufrido en la previa de la Champions ante el modesto Sporting de Braga y a cinco del repaso recibido en el Nou Camp ante el FC Barcelona, con el que no hace mucho se codeaba y hasta ganaba en finales europeas. “Y si no, que se miren alrededor”, continuaba el presidente sevillista, que había puesto el listón de su ambición tan alto que es lógico que ahora reciba fuertes críticas por el paupérrimo balance de una pretemporada en la que tanto se jugaba el Sevilla FC. De ahí, quizás, surgiera esa mirada a los “alrededores” que hace tanto tiempo que tenía olvidados. Si le sirve de consuelo...
El club nervionense ha vivido un espectacular auge en los últimos años, con el logro de siete copas y el calificativo de mejor equipo del mundo en los rankings de la IFFHS de 2006 y 2007, en los que se proclamó campeón de la UEFA (amén de la Supercopa de Europa de 2006, la Copa del Rey de 2007 y la Supercopa de España de ese mismo año), aunque todos estos logros –reeditados en 2010 con la Copa del Rey– no son suficientes para quien tanto quiere abarcar. Ser cabeza de león no está hoy en día al alcance del Sevilla FC por muchas proclamas que haga su presidente, que de vez en cuando tiene que echarla al suelo como hizo el pasado jueves tras el varapalo europeo que frustró la clasificación Champions por segundo año consecutivo... por vez primera en la historia. “Ahora jugaremos la UEFA, la competición que más gloria nos ha dado en los últimos años y por la que hace sólo siete años había decenas de miles de sevillistas festejando en la Puerta de Jerez cuando nos clasificábamos”.
El pase a la Europa League de esta temporada fue poco menos que un funeral. Lo que cambia la cosa: de ser cola de león como ahora en Europa a cabeza de ratón, como antes, cuando jugar la UEFA suponía una inmensa alegría y ganarla, ni te cuento. En la competicion doméstica, tres cuartos de lo mismo: ratón ante Madrid y Barça y león frente a los demás. A los colchoneros del Atletico les pasa tres cuartos de lo mismo ahora que acaban de ganar la Supercopa.
