La ministra de Educación, Mercedes Cabrera, ha dicho que no cabe duda del papel fundamental que tienen las familias en el hábito de lectura de los hijos y ha añadido que la misión del profesorado no termina en transmitir conocimientos, sino en despertar el afán por conocer de los alumnos, por leer.
En la inauguración de unas jornadas de la Fundación Santillana sobre la lectura en la sociedad de la información, Cabrera ha enfatizado que los alumnos no deben conformarse con los libros obligatorios en la escuela, sino que hay que acompañarlos para que sepan elegir los que les ayudan a entender el mundo y a participar en él.
También ha destacado la importancia de mejorar las bibliotecas escolares como lugar no sólo de estudio, sino también de "refugio" y de disfrute.
La conjunción imprescindible de varios elementos, entre ellos estos citados por la ministra, son los que hacen posible el éxito de la comprensión lectora de un joven, según el catedrático de Educación de Harvard Fernando Reimers.
"La función que tiene la lectura y escritura en el ámbito familiar también influye en los hábitos que desarrolla un niño", indica Reimers en el documento que sirve de base a las jornadas. Reimers ha dicho hoy que la riqueza del vocabulario de un niño a los 5 años es un indicador del nivel de comprensión lectora que tendrá a los 15.
En cuanto al profesorado, este experto señala que un problema común en su formación inicial es la "falta de preparación especializada" en la didáctica de la lecto-escritura. Para Reimers, los directores de los centros, los profesores de matemáticas y ciencias y los jefes de estudios deben tener "al menos un nivel básico" de conocimiento de cómo promover el aprendizaje de la lectura y la escritura en su ámbito específico.
