Por cada euro que un andaluz tiene ahorrado en el banco, le debe dos a la entidad en concepto de créditos. Andalucía se coloca como la tercera comunidad en la que hay más distancia entre el ahorro y el endeudamiento por habitante, sólo precedida por Baleares y Canarias. El nuevo escenario financiero contribuirá a suavizar esta brecha.
El andaluz contaba en 2007 con un dinero ahorrado en su banco, caja de ahorros o cooperativa de crédito que ascendía, de media, a 13.890 euros por habitante. Pero también mantenía préstamos con esas mismas entidades por importe de 29.280 euros, lo que indica el alto nivel de endeudamiento de la comunidad.
No en vano, según los datos del Banco de España recogidos en un estudio de Funcas (Fundación de las Cajas de Ahorro), es la tercera región con una mayor diferencia entre los depósitos (dinero ahorrado) y los créditos (el prestado), sólo precedida por las islas, Baleares y Canarias.
Lo que se traduce en un desfase, a cierre del año pasado, 122.770 millones, cifra en la que los préstamos concedidos superaban el valor de los ahorros depositados. En España, esa diferencia (o saldo neto) se elevó hasta los 644.644 millones, con lo que cada español debía 1,59 euros por cada euro ahorrado.
El artículo, incluido en los Cuadernos de Información Económica que publica Funcas, ahonda en que, al igual que ha sucedido en el resto de comunidades, la tendencia desde 2003 ha sido la de aumentar la brecha entre ahorro y deuda. Si se habla en cifras absolutas, la andaluza fue la segunda comunidad en el ranking nacional.
Y es que la distancia ha aumentado en 91.977 millones de euros en sólo cinco años. Para entender esta rápida evolución, sólo unos datos. En 2003 el andaluz tenía ahorrados 9.000 euros en sus cuentas bancarias, pero mantenía préstamos por 12.890 euros.
Dos son las razones que pueden explicar este comportamiento generalizado de endeudarse al máximo. Una, el "considerable" incremento del precio de la vivienda en los últimos años, lo que ha desembocado en una avalancha de solicitudes de créditos por parte de las familias para afrontar la compra.
Pero también ha influido el aumento del consumo "en un entorno de elevadas expectativas de renta". Y es que cuando el ciudadano percibe bonanza económica, gasta más. Es una cuestión de confianza.
Es precisamente en este punto donde radica uno de los factores que explica el brusco freno del consumo privado -uno de los pilares del crecimiento económico- que, sumado al parón en el ladrillo, han marcado el inicio de otra senda, que ha coincidido, además, con una crisis de liquidez en los mercados. La conclusión general es que se ha cerrado el grifo de la financiación.
La tendencia seguida por el conjunto de España ha sido la de un claro endeudamiento, que responde a una concesión de créditos mayor que la captación de depósitos. Sin embargo, el estudio concluye que esta realidad puede invertirse "en breve", debido a la contracción del mercado crediticio.
Pero no sólo por eso, sino también por la constatación de una fuerte corrección a la baja del valor de los activos inmobiliarios. Sin embargo, serán aquellas comunidades autónomas "que más han sufrido la sobrevaloración inmobiliaria" y que, por tanto, cuentan con niveles más elevados de endeudamiento, las que podrían resultar más afectadas por la crisis del crédito durante este año.
