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Cadena de favores para curar a Carla

Los padres de una niña con leucemia tratan de concienciar sobre la donación de médula.

el 18 jun 2013 / 09:30 h.

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Carla y su madre. Carla y su madre. Los padres de Carla, una niña de cinco años diagnosticada de un tipo grave de leucemia, han iniciado una campaña de concienciación sobre la donación de médula en la cuenta atrás que supondrá la espera hasta la operación de su hija, prevista para septiembre u octubre. No es fácil que encuentren un donante compatible, y lo saben, pero han decidido embarcarse en una labor que servirá a otros niños con la misma enfermedad. La pequeña comenzó a estar decaída y muy cansada hace unos meses. En el colegio se quejaba de fuertes dolores de cabeza y a veces vomitaba. Tras varias consultas al médico, en abril supieron que tenía leucemia bifenotípica aguda, rara en niños y muy grave. La única posibilidad de curación es un trasplante de médula, por lo que mientras iniciaban una quimioterapia comenzaron a hacerse pruebas en la familia, pero nadie resultó compatible. Ni siquiera su madre ni su hermana melliza Sara. Buscaron en la Red Española de Donantes de Médula Ósea, gestionada por la fundación José Carreras, y se sorprendieron al saber que aunque hay cinco millones de donantes en el mundo, sólo el 35% de los enfermos encuentra uno compatible. Y decidieron que mientras seguían buscando harían algo más: difundirían la necesidad de donar, para que otros lo tengan más fácil. “Sabemos que los donantes que consigamos convencer seguramente no sean para Carla, pero cuantos más se hagan la prueba, más posiblidades hay de encontrar uno para ella”, explica Pedro Sánchez, el padre de la pequeña, que ya ha organizado varias convocatorias: hoy y mañana, por la mañana, un vehículo del Centro de Transfusiones Sanguíneas acudirá a Torretriana. El día 25 por la tarde estará en el colegio Ruperto Escolar de Umbrete, donde es profesora la madre de Carla, María Arellano. Y el 9 de julio será en Tussam, donde trabaja el padre. También es posible hacerse las pruebas en cualquier hospital de la red pública andaluza.  La campaña de concienciación se completa con una página en Facebook, y también es posible consultar cualqueir duda con la familia de Carla, a través de la dirección de correo electrónico donamosporcarla@gmail.com “Antes de las pruebas organizamos charlas, porque la gente tiene que concienciarse para no echarse atrás en el último momento”, explica el padre de la pequeña. “Las pruebas son sencillas e indoloras y la donación también, pero a veces el donante se echa atrás, y eso es muy grave, porque hay un momento sin retorno en el que si el paciente no recibe la donación, muere”. Hacerse donante de médula es sencillo: es como donar sangre. Hay que tener entre 18 y 55 años y estar sano, así que primero hace falta hacerse un reconocimiento médico y una analítica de sangre. Si se es apto, se reciben inyecciones durante cinco días para sacar las células madre a la sangre. Después, la donación es como la de sangre aunque dura una hora, durante la que una máquina separa de la sangre extraída las células madre y luego la devuelve al cuerpo. “No hay efectos secundarios, como mucho una especie de gripe leve durante una semana”. En un porcentaje reducido de casos hace falta extraer la médula directamente del hueso, “pero cada vez se hace menos; se extrae el líquido del tuétano durante una media hora, con anestesia, y por eso hay que pasar la noche en el hospital”, explica Pedro, que insiste en que los posibles donantes deben estar bien informados porque no vale de nada que figuren en el registro si al final deciden no donar. Carla ha pasado ya por dos ciclos de quimioterapia y está “en fase de bajada, con el cuerpo irritado y baja de defensas, así que hay que tener mucho cuidado con las infecciones; se le ha caído el pelo, que es lo de menos. Pero cuando acabe la bajada mejorará”, explica su padre. El primer ciclo de quimioterapia la mantuvo ingresada 50 días en el hospital Infantil Virgen del Rocío. Ahora llevan casi dos semanas en el mismo centro, a cuyos profesionales están muy agradecidos, igual que a los voluntarios de asociaciones como Ándex. Cuando acabe con todo el tratamiento, que la dejará “limpia de células malas, pero también de las buenas”, no habrá más opción que el trasplante, por lo que si no han encontrado donante compatible, se le hará en última instancia de su madre, “que es compatible al 50%”. Las probabilidades de rechazo se elevan, pero no hay otra posibilidad, explica su padre. Sin embargo, con un donante compatible podrá tener calidad de vida, e incluso curarse. Por esa esperanza pelean los padres de Carla.

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