Las mujeres de caderas anchas y cintura de avispa conciben hijos más inteligentes. Se trata de una afirmación que tiene su explicación científica: la grasa que se acumula sobre las caderas contiene niveles elevados de ácidos grasos de omega-3, que son esenciales para el desarrollo del cerebro durante el embarazo. Y la grasa que en cambio se deposita alrededor de la cintura es rica en ácidos grasos de omega-6, menos indicados para el desarrollo del sistema nervioso central.
Así lo asevera un equipo de científicos de la Universidad de Pittsburgh y del campus de la de California en Santa Barbara (EEUU) tras estudiar a 16.000 mujeres y niñas. Todas ellas se sometieron a diversas pruebas, entre ellas, la medición de sus características antropométricas y su coeficiente intelectual.
No obstante, los autores remarcaron que las féminas con curvas no tienen por qué estar delgadas. Lo importante es que el contorno de su cintura sea menor que el de sus caderas en una proporción que en casos ideales debe oscilar entre 0,6 y 0,7 veces.
Esta nueva bondad se viene a sumar a otras que ya apuntaban diversos estudios científicos; entre ellas, y en términos generales, se concluye que las mujeres curvilíneas son más longevas, más fértiles y tienen mayores facilidades para dar a luz.
Además la investigación podría servir para explicar por qué los hijos de madres adolescentes logran peores resultados en las pruebas de inteligencia: se sospecha que sus madres no han acumulado suficientes ácidos grasos de omega-3. "En comparación con las madres que dan a luz por primera vez en una edad más avanzada, el desarrollo cognitivo de sus hijos se reduce y su propio desarrollo intelectual se ve perjudicado", adujeron los científicos.