El cementerio de San Fernando derriba el muro de sus viejas barreras ideológicas. La zona de enterramiento de los antiguos disidentes -en la que antaño se daba sepultura a las personas que se suicidaban o a las que no profesaban la religión católica- ha dejado de ser un compartimento estanco con acceso independiente para pasar a integrarse dentro del conjunto del camposanto sevillano. La supresión de parte del muro del llamado Paseo de la Libertad permitirá desde ahora la conexión visual y física de la zona cristiana con la de los antiguos disidentes, donde el Ayuntamiento está ejecutando obras de remodelación por valor de casi 250.000 euros.
El proyecto de intervención municipal, gracias al cual se han construido viarios que comunican la zona católica con el espacio de los disidentes, conservará no obstante algunas secuencias de esta tapia, derribada en la II República y vuelta a levantar por el franquismo, como "muestras de una parte de la historia".
En la misma línea, se ha procedido a echar abajo las barreras que separaban al cementerio disidente de la zona de enterramientos de personas de religión judía, aunque en este caso, en lugar de calles, se han abierto rejas que permiten la visión conjunta de ambas partes. Los barrotes de la cancela escogida para delimitar el cementerio judío guardan un significado: se dividen en núcleos de siete, un número cabalístico dentro de la cultura hebrea.
La delegada de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Sevilla, Teresa Florido, que ayer visitó la obras del Paseo de la Libertad, señaló que con la supresión de estas barreras físicas se persigue la creación de una zona diáfana donde confluyan las culturas y las distintas religiones que realizan enterramientos en el cementerio sevillano.
Según explicó Florido, el muro que ahora ha sido suprimido ya fue derribado durante la II República, como símbolo de la secularización de los cementerios aprobada por el gobierno en 1932. Las autoridades republicanas reconocían así que el carácter "sagrado" de las sepulturas no venía dado por creencias religiosas o ideologías personales. Sin embargo, durante la dictadura franquista la tapia de disidentes de nuevo fue levantada al derogarse la aconfesionalidad del Estado que había decretado la República.
Las obras de remodelación contemplan además la adecuación de los jardines del Paseo de la Libertad mediante la introducción de un canal de agua que acompañará el recorrido del caminante y la dotación de mobiliario urbano, bancos e iluminación monumental que realcen los árboles de mayor porte.
Esta zona adquirirá la función de bisagra entre el cementerio urbano y su zona de ampliación. La delegada señaló que las barreras que se han suprimido con esta intervención son un "intento por favorecer la confluencia de las distintas creencias y de hacer del Paseo de la Libertad un recorrido por un jardín romántico, donde acompañado por la musicalidad del agua y la belleza de la vegetación, el caminante obtenga una visión conjunta de las distintas culturas, siempre fomentando el respeto a todas las religiones e ideales".
La obras dieron comienzo en enero y, a pesar de las múltiples lluvias que han dificultado los trabajos, la previsión es que estén terminadas en julio.
sala de duelos. La concejal Teresa Florido visitó ayer también las obras de reconstrucción de la sala de duelos situada en la rotonda de acceso al camposanto, que se encuentran en un estado muy avanzado y en las que el Ayuntamiento está invirtiendo más de 210.000 euros.
A estas alturas, ya se ha concluido toda la obra de tabiquería, techumbre y estructura y sólo queda pendiente la adecuación de los suelos y la pintura, de modo que para el próximo mes de mayo se prevé que quede finalizada esta reforma.