Un total de 150 agentes de los Mossos d'Esquadra, la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Ertzaintza detuvieron ayer a cinco integrantes de una de las bandas de atracadores de bancos más importante de España, que operaba especialmente en la cornisa cantábrica y que asesinó a una empleada de una sucursal del Banco Santander en Cambrils (Tarragona) en octubre. Este golpe permitirá esclarecer 50 o más atracos perpetrados en los últimos años en el país.
Los detenidos en la operación Cornisa son cinco españoles de entre 35 y 54 años, además hay otros dos presuntos miembros de la banda que ya estaban en prisión por delitos similares. Entre los arrestados está el presunto asesino de la empleada de la sucursal, conocido como Bravo, aunque no el cómplice que iba con él ese día y que filmaron las cámaras de seguridad del banco, en una imagen de ambos con pelucas, gafas y una gorra. Desde el crimen, los dos estaban entre los fugitivos más buscados por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y su foto se difundió en los medios de comunicación.
La banda estaba perfectamente organizada y su cabecilla, Johnny, ordenaba cómo actuar a sus compinches, llegando a cometer un atraco por mes, siempre en parejas y a mano armada.
Todos los detenidos son delincuentes muy peligrosos y forman un grupo criminal especializado en métodos de caracterización, lo que les permitió perpetrar diversos atracos a cara descubierta sin ser identificados. Además, tenían un modus operandi muy sofisticado, cuidaban muchísimo las medidas de seguridad y de autoprotección, por lo que la investigación resultó muy compleja e importante. El delegado del Gobierno en Euskadi, Mikel Cabieces, aseguró que "estos delincuentes tenían una industria o actividad paralela que disfrazaba los bienes" y les permitía "el blanqueo de dinero" procedente de los atracos. En ese sentido, indicó que durante la operación policial se registraron los domicilios y lugares de trabajo de los cinco detenidos.
Según tiene acreditado la Policía, podrían haber cometido unos 50 atracos a sucursales de Cantabria, País Vasco y Asturias aunque dos veces golpearon en bancos de Cataluña: el 14 de agosto de 2009 en una oficina de Ibercaja de Reus y el 25 de octubre de 2010 en Cambrils. En concreto, en la comparecencia ante los periodistas, el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, señaló que esperan que con estas detenciones "se puedan esclarecer 50 o más atracos cometidos en toda España, en su mayoría en Euskadi y la cornisa cantábrica".
Tras el atraco mortal la banda paralizó su actividad preventivamente, ya que nunca antes habían usado las armas que llevaban para intimidar a sus víctimas, y en este caso habían llegado más allá de lo previsto.
Ares recalcó que la operación es fruto del trabajo del primer grupo permanente de investigación criminal constituido por Ertzaintza, Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil y Mossos, que trabajaron juntos cinco meses. Las investigaciones llevaron a la detención la pasada madrugada de tres personas en Bilbao, una en Portugalete y otra en Castro, "residentes permanentes" de los citados municipios.
Los detenidos serán puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Reus, mientras la operación policial continúa abierta.
