El cerco a la izquierda abertzale radical es cada vez más estrecho. La Policía Nacional detuvo ayer, en una nueva ofensiva a Batasuna, a 14 miembros de la Mesa Nacional de la formación ilegalizada por orden del juez Baltasar Garzón. Se les atribuye un papel clave "dinamizador" de las actividades del PCTV.
El magistrado imputa además a los detenidos delitos de integración y/o colaboración con organización terrorista y asociación ilícita. Entre los arrestados se encuentra el dirigente de Batasuna Karmelo Landa. Están también detenidos Mikel Etxaburu y Karmele Aierbe, protagonistas de una rueda de prensa el domingo en Bilbao en la que convocaron para el próximo jueves una "huelga general" para protestar contra la "represión judicial, política y policial" en su contra.
Fueron detenidos además los tesoreros del PCTV Jesús María Agirre y Sonia Jacinto, a quienes el pasado día 6 el magistrado les imputó un delito de colaboración con ETA y otro de asociación ilícita. Según un auto dictado también por Garzón el pasado viernes, diez de los 14 arrestados estaban a sueldo del PCTV. En Córdoba, por otro lado, la Policía arrestó a Nuria Zugarai, miembro de EKIN, la estructura por la que ETA se sirve de correa de transmisión para hacer llegar directrices al resto del MLNV.
El trabajo de las Brigadas Provinciales y de la Comisaría General de Información de la Policía permitió detectar una incipiente nueva Mesa Nacional de Batasuna en los últimos días de 2007. Tras la operación de Segura (Guipúzcoa) del 4 de octubre de 2007, la cúpula de la formación ilegalizada quedó seriamente dañada y en las semanas posteriores sus reuniones eran esporádicas y a ellas no acudían más de media docena de responsables.
Sin embargo, la maquinaria de la izquierda abertzale, acostumbrada a moverse en la clandestinidad, comenzó a funcionar para encontrar el relevo. Según las investigaciones policiales, Batasuna ha encontrado graves problemas para encontrar individuos dispuestos a tomar el testigo, sabedores de que podían acabar en la cárcel, como previsiblemente ocurrirá con la mayoría de los detenidos ayer.
En estas circunstancias, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo ayer que "quien apoya las pistolas" y usa la violencia "para conseguir objetivos políticos no tiene hueco en democracia". Dejó claro que "eso se refiere a los que estaban y a los que puedan venir".
