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Cae la rata que ‘okupó’ Teatinos

El Zoosanitario atrapa al animal en media hora después de siete días de larga espera.

el 13 ago 2012 / 18:26 h.

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La rata que ha ocupado la habitación de Mónica Toledano

Armados con redes, como si de un león se tratase, los operarios del Zoosanitario cogieron ayer a la rata que ocupaba el número 55 de la avenida de los Teatinos después de siete días en busca y captura. La madrugada del martes, Mónica Toledano sentía una especie de calambre en el ojo, al principio no era nada pero al acostarse notó que le sangraba el ojo . A continuación oyó un ruido debajo de la cama y allí estaba su agresora: una rata de unos 15 centímetros dispuesta a "amargar" las vacaciones de sus caseros.

Todos los días los trabajadores del Zoosanitario acudían dos veces al domicilio para encontrar al roedor que ocupaba la habitación del matrimonio. La falta de operarios, la precariedad del material y llamadas de "urgencia" -como el parto de una gata- han retrasado la captura una semana. Siete días de "pesadilla" que acabaron en solo treinta minutos.

El lunes pasado, dos cagadas en el sofá alarmaron a Toledano y su marido. Limpiaron el salón para cazarla, pero no la encontraron. Al anochecer rociaron el veneno necesario en la sala, pero lo que no se pensaron es que la rata prefería una habitación para dormir. "Le hemos puesto pan y tomate (su comida favorita) en la trampa, pero era un roedor muy listo y siempre se escapaba".

Después de las "idílicas vacaciones de la rata en Villa Mónica", bromeaba la hija, esta vecina tendrá que llevar a la tintorería su ropa y sábanas "para que la laven por lo menos a 80 grados y la desinfecten". Desde el primer día que entró a la habitación, el animal dejó un rastro de cagadas por donde pasaba; de hecho, solo le hizo falta seis horas para minar la cama del matrimonio, explica la afectada.

Toledano se siente defraudada con el Ayuntamiento y se ha dado cuenta de que el alcalde "solo se preocupó por los vecinos durante la campaña para captar votos". Ahora se siente como "ciudadana de tercera". Sabe que ella sola va a acarrear con los costes y la limpieza de su casa, pero también es consciente de que no es la responsable de la situación.

Esta vecina no sabe cómo denunciar su situación. "Los operarios han hecho todo lo posible dentro de sus posibilidades, incluso se han saltado el protocolo y han desmontado la habitación para poder capturar al animal", asegura. Pero "lo que no puede ser es que vivamos situaciones así de insalubres porque solo cinco personas atiendan a toda Sevilla", sostiene. Ahora el barrio deberá esperar a que la semana que viene el Zoosanitario eche el veneno en las alcantarillas, una desaratización que normalmente se hacía en mayo y junio.


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