La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal que se dedicaba a robar estupefacientes a otras bandas de narcos haciéndose pasar por policías. En la operación han sido detenidos los cinco miembros de la red y cuatro traficantes a los que iban a robar 264 kilos de cocaína.
La operación se inició el pasado mes de agosto con motivo de las sospechas de una organización criminal, liderada por un ciudadano de nacionalidad italiana radicado en España, especializada en realizar lo que en el argot policial se conocen como vuelcos. Esta actividad consiste en sustraer estupefacientes o dinero a las organizaciones dedicadas al tráfico ilícito de drogas.
El modus operandi de este grupo, que estaba compuesto por personas de nacionalidad italiana, colombiana, española y búlgara, consistía en identificar alguna organización dedicada al tráfico de estupefacientes y someterla a un control exhaustivo para localizar el lugar donde pudieran tener escondido algún alijo de droga o sus beneficios.
Para suplantar a los cuerpos de seguridad, la organización criminal disponía de armas de fuego, placas y distintivos policiales, además de sofisticados sistemas de vigilancia electrónica para sorprender a sus víctimas cuando prepararan alguna transacción de estupefacientes.
La Policía llegó a identificar a la banda cuando controlaba una nave situada en un polígono industrial de la localidad madrileña de Alcalá de Henares. Los agentes descubrieron que los delincuentes sometían a un control minucioso todos los movimientos de las personas que la ocupaban. La Policía sospechó que podría tratarse de uno de sus objetivos, puesto que la nave, alquilada por cuatro ciudadanos colombianos, no presentaba una actividad laboral normal.
El día en el que decidieron actuar, el presunto líder del grupo desarticulado y dos de sus colaboradores se identificaron como agentes policiales ante los ocupantes de la nave y lograron acceder al interior. El resto permaneció fuera realizando labores de vigilancia. Los agentes de la Policía Nacional desplegaron entonces un dispositivo en la zona, adoptando las máximas medidas de seguridad, ya que se conocía que iban fuertemente armados. Los integrantes de ambos grupos, en total nueve personas, fueron detenidos en el lugar.
En el momento de los arrestos fueron además intervenidas cuatro armas de fuego, silenciadores y placas-emblema policiales que utilizaban al identificarse a los narcos. En la nave industrial los agentes se incautaron también de los 264 kilos de cocaína de gran pureza que quería robar la banda de narcos.
