Retuvieron a un empresario y piloto sevillano durante unas horas, le robaron 30.000 euros y lo amenazaron con desvelar secretos personales si no les pagaba otros 40.000. Ocho personas han sido detenidas por la Policía Nacional tras seis meses de investigación, incluido un amigo de la víctima.
Su calvario comenzó el pasado 10 de julio, cuando a la salida de un spa situado cerca de Santa Justa el empresario fue abordado por tres hombres que dijeron ser policías y lo metieron por la fuerza en el maletero de su coche.
Después de arrebatarle los 30.000 euros que llevaba encima porque se disponía a comprar un coche, y también una pistola de tiro olímpico y diversa documentación, lo bajaron en marcha del coche en la barriada de Santa Clara. El empresario, de 48 años y cuya identidad no ha sido facilitada, puso una denuncia en la comisaría de Nervión y relató que sus captores lo habían tenido dando vueltas por la ciudad, hasta hacerse con el dinero.
Días después, la víctima comenzó a recibir amenazas telefónicas para que retirara la denuncia, y luego le exigieron 40.000 euros a cambio de no desvelar secretos personales. El preciso conocimiento que los chantajistas parecían tener de su vida y sus movimientos -como demostraron el día en el que lo retuvieron, interceptándolo entre el spa al que había acudido y su coche, al que se dirigía- hizo que los investigadores sospecharan de inmediato de su círculo más cercano, y en concreto de un amigo suyo, Juan Carlos A.M. con el que tenía asiduos contactos.
La Policía le pidió que concertara una cita para pagar el rescate y le pidiera a este amigo que lo acompañara, dándole datos falsos para confundirlo. Luego establecieron una discreta vigilancia en el entorno del centro comercial en el que habían acordado el encuentro con los extorsionadores, al que el empresario se dirigió junto a Juan Carlos y a otro amigo de éste, ya que ambos se ofrecieron a ir con él para protegerlo. Los tres pasaron primero por una entidad bancaria, de la que el empresario salió con un maletín en el que dijo llevar los 40.000 euros, aunque en realidad, por recomendación de la Policía, no tenía dinero alguno.
Cuando iban de camino, el empresario recibió un mensaje en su móvil variando el lugar de la cita, lo que obligó a los policías camuflados que estaban en el centro comercial a dirigirse a toda prisa al segundo lugar de encuentro, un lavadero de coches junto a otra gran superficie, en San Pablo, donde volvieron a montar todo el dispositivo para controlar la entrega del dinero.
Allí, el sospechoso se delató a sí mismo al bajar del coche de la víctima para llevar el maletín con el dinero a los extorsionadores, dirigiéndose hacia su vehículo sin ninguna vacilación a pesar de que el empresario le había dado datos erróneos para confundirlo.
Hecha la entrega, la Policía interceptó a los dos vehículos cuando reiniciaron la marcha: en el del empresario detuvo a su supuesto amigo, Juan Carlos, nacido en Alemania, y al venezolano que se había ofrecido a acompañarlos, Jorge F.C. En el vehículo que había recibido el maletín fueron arrestados Manuel R.C. y Pedro U.R., ambos sevillanos, y posteriores investigaciones llevaron a la detención del hermano gemelo de Juan Carlos, Victorio Luis A.M.
La declaración de los detenidos y otras pesquisas llevaron hasta los tres autores materiales de la detención ilegal y el robo, tras lo que los ocho fueron llevados ante el juez, que sólo decretó el ingreso en prisión de dos.
