Los Mossos han desarticulado la rama catalana de la organización internacional de motoristas Hell's Angels -Ángeles del Infierno- acusada de extorsión, robo con violencia, posesión ilícita y tráfico de armas y droga y asociación ilícita, en una operación con ocho detenidos, dos de ellos ya en prisión.
La División de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra ha seguido a este colectivo durante los últimos seis meses a partir del intento de extorsión hacia una compañía de transportes, a la que pretendían vender un kilogramo de cocaína. La empresa denunció el robo con violencia e intimidación de una furgoneta, que se realizó para llevar a cabo el cobro de una deuda de droga.
Las detenciones se han precipitado porque este colectivo de motoristas se caracteriza por su territorialidad, es decir, que poseen un tipo de influencia sobre un área determinada. En este sentido, y como se trata de una organización muy jerarquizada, se provocaron varios conflictos con otros colectivos de motoristas, que tenían que pedir permiso a la organización para situarse en su mismo territorio, lo que ha dado lugar a algunos episodios violentos, como agresiones a otros motociclistas.
Los Mossos d'Esquadra han calificado a este colectivo de peligroso y de ideología nazi, y se les han decomisado armas blancas y de fuego. Algunos de los detenidos estaban relacionados con grupos de extrema derecha.
