La Policía Nacional ha desarticulado una organización hispano-rumana de proxenetas, liderada por el conocido Clan de Los Cortés, que supuestamente captaban a sus víctimas en Brasil y Rumanía y las explotaban sexualmente en clubes de alterne de Córdoba, Málaga y Sevilla. Los máximos responsables del grupo son un matrimonio que realizaba continuos viajes a estos países para captar a mujeres en precariedad económica, a las que trasladaban a España con falsas ofertas de un trabajo digno.
Una vez en Andalucía, las mujeres vivían hacinadas en una nave industrial en Córdoba hasta que les proporcionaban documentación falsificada y después eran obligadas a ejercer la prostitución en clubes de alterne de Málaga, Córdoba y Sevilla bajo amenazas de extrema violencia.
La operación se ha saldado con 13 detenciones, nueve en Málaga y cuatro en Córdoba, por delitos de trata de seres humanos, prostitución, detención ilegal y otros relacionados.
Otras tres personas más han sido imputadas por estos delitos. La investigación, en la que ha participado la Agencia Tributaria, ha descubierto un complejo entramado de empresas sin actividad que los detenidos utilizaban para blanquear los beneficios obtenidos de forma ilícita, simulando la falta de beneficios para obtener fraudulentamente subvenciones del Estado.
La investigación se inició en diciembre tras la denuncia de varias mujeres extranjeras. El administrador único de los tres clubes de alterne era un español. Él y su mujer lideraban la red de explotación.
Justo ayer, la consejera de Igualdad, Micaela Navarro, presentó unas jornadas sobre la trata de mujeres, calificándolo como una de las formas "más crueles de violencia de género". Navarro dijo que "la sociedad debe saber que hay mujeres que tienen que llegar al extremo de ser explotadas sexualmente".