La Policía Nacional detuvo la semana pasada a nueve personas en Madrid, Málaga y Sevilla, e intervino 20 kilos de cocaína en una operación contra una red de narcotraficantes que introducía droga desde Suramérica oculta en cuatros y otros objetos escondidos en el equipaje.
Los responsables de la banda, según informó ayer la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, facilitaban a los correos todo lo necesario para realizar el viaje sin levantar sospechas en los controles policiales de los aeropuertos. Dos ciudadanos de nacionalidad nigeriana eran los responsables de esta red de estructura piramidal y se encargaban de facilitar a los correos toda la logística necesaria para el transporte de la droga, además de los documentos de identidad para el viaje, ropa y móviles.
También se ocupaban de todos los gastos de manutención y alojamiento desde que eran captadas las personas encargadas de transportar el estupefaciente, quienes una vez en Suramérica seguían las órdenes que les marcaban los cabecillas.
En el segundo escalón de esta organización delictiva actuaban otros ciudadanos españoles cuya misión era la de captar a los correos entre personas de pocos recursos económicos, a los que ofrecían desde 4.000 a 6.000 euros.
A lo largo de esta investigación, realizada por el Grupo de Estupefacientes de la Udyco Costa del Sol, con la colaboración de agentes de Sevilla y de Móstoles (Madrid), se descubrió que los correos, que integraban el último nivel de la red, se encargaban de trasladar la cocaína oculta en cuadros y otros objetos que llevaban entre su equipaje.
En total nueve personas de entre 24 y 45 años han sido detenidas, acusadas de un presunto delito contra la salud pública, y se han intervenido 20 kilos de cocaína, numerosos teléfonos móviles, 3.400 euros y diversa documentación.
Tráfico en el estrecho. También se produjo otra detención en Ceuta, a manos de la Guardia Civil del puesto de Guadiaro, de San Roque (Cádiz). Los agentes arrestaron a un ceutí, acusado de un delito contra la salud pública y de falsedad documental, supuestamente por haber proporcionado cobertura legal y embarcaciones a bandas de narcotraficantes para que llevasen a cabo los alijos. El detenido utilizaba un entramado de "empresas legales y sociedades fantasmas" mediante las cuales daba cobertura legal a unas 50 embarcaciones usadas por parte de las bandas de narcotraficantes en los diferentes alijos.
