La Guardia Civil detuvo a cinco integrantes de una red que durante los dos últimos años robó cerca de 1.000 vehículos industriales para luego desmontarlos en una nave de Fuenlabrada y vender las piezas independientes en Marruecos.
Según informó el Instituto Armado, los arrestados en el marco de la Operación Chimenea son cuatro marroquíes y un español, todos ellos acusados de cometer delitos de robo. Además, se le imputa a otra persona un delito de recepción. La operación se inició el pasado mes de febrero, cuando la Guardia Civil detectó un incremento considerable de robos de vehículos, en su mayoría furgonetas, por lo que se pensó que podría existir una red organizada especializada en la sustracción de pequeños vehículos industriales pertenecientes a trabajadores autónomos.
