Tener una serpiente, un caimán o un león como animal de compañía ya no será sólo una excentricidad sino que estará prohibido, bajo sanción de hasta 115.000 euros, en virtud de un decreto sobre tenencia de animales peligrosos aprobado por la Junta y calificado de "pionero".
En función de esta norma no se podrán tener en casa cocodrilos, caimanes y reptiles de más de dos kilos; anfibios, artrópodos y peces venenosos o cuya mordedura pueda causar daños importantes a las personas; y primates o mamíferos salvajes de más de cinco kilos, en el caso de carnívoros, o diez kilos. Estas mascotas sólo serán admitidas en instalaciones autorizadas expresamente por la administración andaluza.
Aquellos amantes de lo exótico que tengan en su casa alguno de estos animales, tendrán seis meses para comunicarlo en su ayuntamiento y entregar el ejemplar a las autoridades, para evitar la multa, ya que el decreto entrará en vigor en unas dos semanas, cuando se publique en el BOJA.
El texto incluye un apartado para los perros peligrosos, que añade los Dóberman a las razas que ya tenían esta consideración (Pit Bull Terrier, Staffordshire Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileño, Tosa Inu y Akita Inu). Estos canes tendrán que llevar bozal por la calle e ir sujetos con una correa irrompible de un máximo de un metro, no podrán entrar en espacios públicos destinados al ocio de menores, ninguna persona podrá llevar más de uno de estos canes a la vez y tendrán un documento de identificación especial.
La misma calificación se da a los canes adiestrados para el ataque, las rehalas de perros de caza y los que el veterinario certifique que manifiesten un carácter agresivo. Sólo podrán ser entrenados por personal autorizado, será necesario obtener una licencia especial otorgada por el Ayuntamiento para tenerlos (con requisitos personales y de formación para lograrla) y contar con un seguro de daños a terceros con una cobertura de al menos 175.000 euros.
