Economía

Caixabank casi duplica beneficio y prevé un 2015 de vigor económico

Las ganancias fueron de 650 millones en un 2014 con incremento de clientes, menos créditos y control de la morosidad y sin que exista fuga de depósitos por la cuestión catalana

el 30 ene 2015 / 21:37 h.

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El presidente de CaixaBank, Isidre Fainé, durante el acto de presentación de resultados de la entidad en 2014. / EFE El presidente de CaixaBank, Isidre Fainé, durante el acto de presentación de resultados de la entidad en 2014. / EFE El gran esfuerzo que requirió sanear el ladrillo y asumir el coste de la absorción de entidades financieras, entre ellas la sevillana Cajasol, ya está hecho y, reducido el lastre aunque aún no toda la losa, Caixabank casi duplicó su beneficio neto en 2014 y se prepara para un 2015 que, según su presidente, Isidro Fainé, ya no será de recuperación sino de crecimiento económico en España, que no quedará siquiera mermado por la acumulación de procesos electorales. Fainé rezumaba ayer optimismo durante la presentación de los resultados de Caixabank en Barcelona, ante una sala repleta de periodistas en la que la cuestión política, en especial los próximos comicios plebiscitarios de Cataluña, pesaba, y mucho, en el ambiente. Y aunque intentó hacer abstracción y dedicarse a los números y, sobre todo, a resaltar la labor de una Obra Social que, nuevamente, recibirá en 2015 una dotación de 500 millones de euros, no pudo dejar de pronunciarse para sentenciar que él a lo suyo, el banco y la fundación, y que, con diálogo, la lógica se impondrá en aquella comunidad. Pero primero, los números. Caixabank ganó 620 millones de euros el año pasado, tras crecer un 96,3 por ciento respecto a 2013 y con una mejora de los márgenes que evalúan el negocio bancario (de intereses, bruto y de explotación), un crecimiento en los depósitos de clientes y una reducción de la cartera crediticia, y después de ejecutar dotaciones y saneamientos por valor de 2.579 millones. En concreto, los recursos de clientes se incrementaron un 5,2 por ciento, hasta los 271.758 millones, y para hacerse una idea de su dimensión, vayan por delante estos porcentajes de cuota de mercado en el conjunto del país: 27,6 por ciento en clientes bancarios, 23,1 por ciento en la domiciliación de nóminas y 20 por ciento en pensiones. Y dos más: gestiona un 14,5 por ciento de todos los depósitos bancarios del Estado y el 15,3 por ciento en el caso de los fondos de pensión. Y aquí aparece una cuestión política. ¿Se ha notado una fuga de depósitos por el proceso soberanista en Cataluña? ¿Y previamente por el desembarco de la entidad en las cajas de ahorros que conformaban Banca Cívica, entre ellas Cajasol? El no que lanzó el directivo retumbó en la sala. De hecho, ha habido crecimiento de depósitos –en número de 13,4 millones en total al cierre del ejercicio, con 600.000 nóminas captadas a lo largo de 2014, 257.700 altas de negocios y 28.000 usuarios más en la división del campo, Agrobank– y cualquier resquemor inicial de «estos catalanes nos han quitado nuestra querida caja de ahorros» ya es agua pasada porque, dijo, somos tan navarros o tan andaluces como las antiguas cajas. ¿Y existe un plan B en el caso de que Cataluña se independice? La misma contundencia: no. En cuanto a los créditos, tanto Isidro Fainé como el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, dedicaron no poco tiempo para tratar de explicar la complejidad de la evolución de los préstamos en España, y que la primera regla ha de ser asegurarse que se devuelven «y la segunda, no olvidarse de la primera regla». Con estos mimbres, la cartera crediticia del banco se situó en 197.185 millones, un 4,8 por ciento menos, siendo la principal caída –cercana al 30 por ciento– en el crédito a promotores inmobiliarios, aunque volvieron a crecer las hipotecas (30 por ciento) y la financiación al consumo (19 por ciento). Pero para darse una idea de la losa inmobiliaria que aún se arrastra, un dato: 1.148 millones de euros de pérdidas netas por esta actividad, buena parte heredada de las antiguas cajas de ahorros anexionadas. ¿Cuándo se eliminará por completo semejante lastre? Tardará aún varios años, apuntó Gortázar, si bien cada vez será menor porque también cada vez se venden más viviendas y se alquilan más, al tiempo que se prevé una recuperación de los precios. Para 2015, el conjunto de la cartera crediticia del banco –que en 2014 dejó una tasa de morosidad del 9,7 por ciento, dos puntos menos– se estabilizará, clara señal del mayor vigor en el conjunto de la economía. «España va a crecer (se estima que en torno al 2,3 por ciento) y lo creo de verdad», comentó un presidente que dijo una, dos, tres veces, estar al margen de la política. «Cataluña es una sociedad abierta donde caben todo tipo de opiniones (…). Es un arcoíris completo». Por ello, confió en caminar por senderos lógicos hacia un acuerdo razonable, en referencia al diálogo entre partidos y administraciones. Para espantar la idea de que Caixabank, en las distintas absorciones de entidades financieras, le ha costado dinero al contribuyente, Fainé dejó claro que el banco catalán no sólo no ha consumido recursos públicos, sino que ha aportado 3.530 millones de euros al Fondo de Garantía de Depósitos, al FROB y al Sareb (banco malo) para contribuir a la reestructuración bancaria española.

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