Caja Granada, que aboga por mantener una andadura en solitario frente al proceso de fusiones emprendido por otras cajas andaluzas, saldó el primer semestre del año con un recorte del 19,8% en su beneficio, que se elevó hasta los 30,7 millones de euros. La entidad mantuvo estable su volumen de negocio, que se situó en 21.593 millones.
La caja andaluza que preside Antonio María Claret García, que ha dejado clara su intención de mantenerse al margen de procesos de integración que no lidere, acusó, como el resto del sector financiero, el deterioro tanto de sus activos financieros como de los restantes (devaluación de sus participadas, entre ellos), que tuvieron un impacto negativo de 70,12 millones en el primero de los casos y en 19,6 millones en el segundo en el periodo comprendido entre enero y junio de este año.
Según la información remitida ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Caja Granada se anotó un beneficio neto consolidado de 30,7 millones de euros, lo que supone un 19,8% menos que lo conseguido en el primer semestre de 2008, si bien consiguió mantener estable su volumen de negocio, que rozó los 21.600 millones.
Así, los créditos a la clientela en este periodo se elevaron hasta los 10.864 millones, con un descenso del 2,11% interanual, mientras que los depósitos sumaron 10.728 millones, con un leve incremento del 2,1%.
Dentro de la evolución del negocio de la caja, el margen de intereses experimentó un aumento del 12,03% respecto al mismo periodo de 2008, hasta alcanzar los 154,3 millones, mientras que, dentro del margen bruto, los resultados por operaciones financieras aportaron al resultado 17,69 millones y las comisiones netas del primer semestre agregaron 17,05 millones. Ambos epígrafes, junto al resto de partidas, situaron el margen bruto en 202,58 millones, un 17,9% superior al registrado en los primeros seis meses de 2008.
La entidad, que contaba a cierre de junio con activos financieros disponibles para la venta por valor de 1.668,6 millones, logró recortar sus gastos generales de administración casi un 4%, después de reducir los relativos al personal un 4,56%, hasta los 72,1 millones.
La entidad, que no precisó la tasa de morosidad al cierre del periodo, colocó su balance consolidado en 13.807 millones de euros. Sin embargo, sí precisó en el informe de gestión que, a fecha de junio, contaba con créditos por valor de 471 millones de euros considerados "deteriorados" por su riesgo, de los que 4,7 millones pertenecían a clientes de fuera de España. Esa cantidad ascendía, ya a cierre de 2008, hasta los 374,26 millones, según detalla la caja granadina.
Además, contabilizaba activos por valor de 154,75 millones de euros con saldos vencidos aunque no considerados como deteriorados, en su mayoría también préstamos.
Las dotaciones destinadas para insolvencias ascendieron en ese periodo hasta los 57 millones de euros, frente a los 40 millones reservados a finales de 2008.
El consejo de administración de la entidad granadina, reunido el pasado 27 de agosto, aprobó los estados financieros consolidados y las cuentas de pérdidas y ganancias relativas al primer semestre.
