El presidente de Caja Granada, Antonio Claret García, insistió ayer en que sólo aceptará una fusión si su entidad lidera la operación, pese a que es la segunda entidad más pequeña de Andalucía. Aseguró no sentirse presionado por la posición de la Junta -que confía en que pronto haya fusiones de entidades andaluzas-, puesto que, según dijo, él sólo tiene que rendir cuentas ante el consejo de administración de Caja Granada. Estas entidades son de propiedad "social y no gubernamental", recordó.
García se mostró en desacuerdo con la afirmación general de que las fusiones son imprescindibles para la supervivencia de las cajas, puesto que, a su juicio, existen otros mecanismos para captar recursos. Consideró que la entidad granadina -con la morosidad más de un punto por debajo de la media y una solvencia del 11,5- no se ve, por el momento, abocada a una fusión, aunque estará "atenta" a las posibilidades que se vayan plateando. Hace tres años Caja Jaén emprendió un camino de unión con Caja Granada que se frustró al poco de hacerse público.
Respecto a las declaraciones de la consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo, en una entrevista a El País, sobre que el Pacto del Saray -una alianza de todos los partidos y la sociedad granadina contra las fusiones- "no puede ser argumentado a día de hoy", dijo no sentirse presionado. Se trata de un responsable político que está dando su opinión, "que es muy respetable".
alianzas en breve. El Gobierno andaluz confía en tener pronto noticias de fusiones entre entidades andaluzas. Caja Jaén, la más pequeña del sistema financiero andaluz, ya se ha mostrado públicamente abierta a concentraciones. La Junta espera que este ofrecimiento arrastre pronto a las entidades a fusionarse.
De momento, ninguna caja suelta prenda de sus movimientos. La última noticia es que Unicaja y Cajasur habían emprendido conversaciones que podrían desembocar en una alianza inminente. También salió a la luz que la cordobesa tuvo conversaciones con Caja Murcia, como Cajasol con las cajas extremeñas.
