Economía

Cajamar abre el camino a las alianzas entre las cajas rurales

Cajamar y la valenciana Caja Campo ultiman la creación de un "grupo cooperativo", a imagen y semejanza de Crédit Agricole en Francia. Es una experiencia nueva en las finanzas españolas que gesta una entidad a la misma altura que Cajasol y casi con el doble del volumen de negocio del Banco de Andalucía.

el 16 sep 2009 / 01:26 h.

Cajamar y la valenciana Caja Campo ultiman la creación de un "grupo cooperativo", a imagen y semejanza de Crédit Agricole en Francia. Es una experiencia nueva en las finanzas españolas que gesta una entidad a la misma altura que Cajasol y casi con el doble del volumen de negocio del Banco de Andalucía.

La entidad andaluza Cajamar ha dado el pistoletazo de salida en el proceso de alianzas, integraciones y fusiones entre las cajas rurales españolas dentro de la reestructuración a la que está llamado el sistema financiero nacional. La primera de esas tres opciones es la elegida para un matrimonio que se anunciará oficialmente en las próximas semanas, siendo la novia la valenciana Caja Campo.

Fuentes de Cajamar confirmaron ayer a este diario la existencia de negociaciones "muy avanzadas" con Caja Campo pero no para una fusión, sino para crear "un grupo cooperativo propio" abierto a otras entidades -cabe recordar que las rurales son cooperativas de crédito, y en este tipo de operaciones sólo cabe pronunciarse el Banco de España, estando al margen, por tanto, de las legislaciones autonómicas, al contrario de lo que ocurre con las cajas de ahorros-. ¿Qué rumian, pues?

Se trata de concebir un grupo, a imagen y semejanza de las cooperativas de segundo grado en las agrarias -empresas comunes de servicios-, que vendría bautizado como Grupo Cajamar aunque las dos entidades que lo engendran mantendrían su actividad, denominación y domicilio social (en el caso de Cajamar, primera rural española por volumen de negocio, se mantendría en Almería).

Otro ejemplo: el de Crédit Agricole, una de las entidades financieras más importantes de Francia, bajo cuyo paraguas hay medio centenar de pequeñas cooperativas de crédito -en España existen 76 rurales-. Se conjugarán, pues, Grupo Cajamar como caja de ámbito nacional y, por separado, Cajamar y Caja Campo como entidades muy apegadas a sus respectivos territorios y, en cualquier caso, con una fuerte vinculación a la actividad agroalimentaria.

Bajo la cabecera Grupo Cajamar surge una entidad que sumará mil oficinas (924 de la andaluza y 76 de la valenciana), con un volumen de negocio (créditos más depósitos) total de 42.000 millones de euros y 4.357 empleados en 35 provincias. Y las claves: mejorar eficiencia, gestión y solvencia, además de incrementar su capacidad de actuación.

Para hacerse una idea de la dimensión del nuevo grupo: estaría a la altura de Cajasol -la segunda caja de ahorros de Andalucía, con 42.550 millones de euros de volumen de negocio en 2008, tras los 52.988 millones de Unicaja- y casi duplicaría al Banco de Andalucía (23.654 millones).

El casamiento de Caja Campo y Cajamar -fruto de la fusión, en 2000, de las rurales de Almería y Málaga y la integración, allá por 2007, de la del Duero- es el primero en el proceso actual de reestructuración en estas cooperativas de crédito, pero no será el último.

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