Un partido contra el Barcelona suele ser lo más parecido a un juicio de la Inquisición. Propongas el argumento que propongas, el destino final suele ser la hoguera, llevado a término deportivo, la derrota. No es que le suceda al Cajasol Banca Cívica, le pasa a cualquier equipo de España y casi de Europa. Después de 45 partidos de ACB la temporada pasada, los de Xavi Pascual sólo cedieron siete derrotas, ninguna de ellas en los play off. También ganaron en San Pablo, como han hecho en siete de sus últimas ocho visitas, y en 17 en el total de 25 enfrentamientos en cancha cajista, que en la 2007-2008 (75-58) sí vio caerse la tradición.
El equipo de Joan Plaza, en cualquier caso, saltará con la intención de no dejarse llevar por la historia, más bien al contrario, tratará de consolidar ese paso hacia adelante en su estructura de juego que le sirvió para arrollar al Lucentum Alicante el pasado miércoles (86-51). Fue un día de equilibrio que hoy necesita llevar a la excelencia para tener la oportunidad de ganar ante un equipo que acumula 20 victorias consecutivas, incluida esta última pretemporada y los dos partidos de Liga (54-62 ante Murcia y 97-51 a Estudiantes). En el partido precedente en el Palau ante el exequipo de Pancho Jasen, los azulgrana valoraron 144 puntos, por 29 de su rival. Como en los últimos años, dentro de su amplia gama de recursos, el Barça tiene en la defensa su arma favorita de destrucción masiva. En estos dos partidos promedia sólo 52.50, algo realmente increíble, como demuestra que el segundo de la liga en esta estadística está nada más y nada menos que a 12 puntos (Caja Laboral, 64). La defensa de los sevillanos, siendo notable, después de enfrentarse en uno de sus dos partidos a uno de los mejores equipos, caso del conjunto vitoriano, está a 15 puntos de promedio de la de su rival de hoy. Con esa defensa extraordinaria, por cierto la que menos faltas personales comete de toda la liga, al Barcelona lo mismo le da un partido de baja anotación como el de Murcia, que otro de orgía ofensiva como ante Estudiantes.
El Cajasol debe sacar partido a su superioridad en el rebote, sobre todo el ofensivo, donde es el mejor de la competición, la forma de compensar el previsible empeoramiento de los porcentajes de tiros a canasta. Es evidente que hoy el equipo magenta necesita consolidar la gran aportación de toda la rotación que se pudo ver ante Alicante, y que algunos jugadores tengan un día especialmente acertado, como sucedió en el partido precedente con Carl English en el tiro, con Triguero en defensa interior y rebotes, y con Satoransky en la dirección.Seguramente hoy se podrá ver la mejor versión de Paul Davis, al que estos partidos le motivan especialmente, porque sabe que es un gran escaparate. Deberá poner lo mejor de sí mismo en lo que menos le gusta y donde menos rinde, la defensa. Ndong destrozó literalmente a Estudiantes (21 puntos, 8 rebotes), ayudado por Lorbek (15 puntos), al que deberá frenar Bogdanovic.
