El movimiento de las cajas de ahorros andaluzas no se agota con la fusión de Unicaja, Caja de Jaén y Cajasur. Tras constatarse que Caja Granada quiere caminar en solitario y tan sólo aceptaría alianzas con sus hermanas regionales, Cajasol no se está quedando quieta y, con las orientaciones de la Junta de Andalucía y del PSOE-A, sondea fusiones con entidades financieras de otras comunidades e incluso la posibilidad de quedarse con Caja Castilla-La Mancha (CCM), intervenida por el Banco de España y de la que el organismo regulador tiene intención de desprenderse en octubre.
Gana puntos esta última opción pues CCM, ya saneada aunque con una cartera empresarial donde el ladrillo pesa aún como una losa, es ahora una novia con dote y daría a Cajasol la posibilidad de abordar posteriormente una operación interregional de mayor envergadura. Su propio presidente, Antonio Pulido, ha reconocido este verano la existencia de contactos, y se habla de las entidades extremeñas -Caja Badajoz y Caja Extremadura, que previamente se unirían- y Caja de Guadalajara.
Aquí entraría el cambio de opinión registrado en el Ejecutivo andaluz, que, en caliente, cerró a las cajas las puertas para labrarse salidas en el exterior cuando fracasó la unión de Unicaja y CCM, y ya en frío las ha vuelto a abrir siempre y cuando sean las andaluzas las que lideren cualquier operación -léase, que absorban y no sean absorbidas por foráneas-.
Si el río suena, agua lleva, indican en el sector financiero y en la entidad sevillana, y fuentes sindicales consideran que "no es descartable". Primero, porque el Banco de España quiere adjudicar CCM_a una caja mediana, y aquí entran en juego las vascas, Caja Murcia, Ibercaja -que en su día fue la rival de Unicaja para hacerse con la manchega- y Cajasol. A favor de esta última se encuntra la sintonía de los gobiernos regionales (ambos socialistas), la presencia de su red comercial (sucursales) en la región vecina y que está dispuesta a afrontar la operación. Cabe recordar que El Monte -uno de los padres de Cajasol junto con San Fernando- y CCM tuvieron negocios conjuntos, si bien es verdad que del principal, su participación en el malogrado aeropuerto Don Quijote (Ciudad Real) se retiró a tiempo, ya con Pulido en la presidencia.
El banco suizo de negocios e inversión UBS será el encargado de presentar, a lo largo de octubre, al mejor novio para CCM, aunque será el Banco de España el que finalmente decida el matrimonio.
Por lo pronto, se sabe que UBS ha recomendado no vender la caja -inicialmente se había especulado con esta posibilidad, e incluso la de ser subastada a trozos-, y si no es así la fusión con otra entidad se plantea como la única alternativa -quedarse sola, no, dado el interés del regulador y del Gobierno por reestructurar el mapa financiero nacional y hacer cajas más grandes-. Así que boda habrá en otoño y por si acaso le toca, Cajasol se está diseñando el traje.
