"Siete meses después de la fusión entre El Monte y Caja San Fernando, sigue habiendo en la práctica dos entidades". De esta forma tan elocuente se explica la decisión adoptada por el presidente de Cajasol, Antonio Pulido, de renovar el cargo de director general que, hasta ayer, ocupaba José María Ramírez Loma.
La caja de ahorros sevillana lanzaba la noticia con un comunicado a última hora de la tarde. "Cajasol procede a la renovación del cargo de director general en el consejo de administración de mañana -en referencia a hoy-".
José María Ramírez Loma, hombre procedente de Caja San Fernando como segundo de Luis Navarrete, dejará el cargo si el consejo extraordinario de hoy así lo aprueba, lo que ocurrirá previsiblemente, De hecho, la entidad ya baraja la designación de un "profesional que no proceda de ninguna de las dos entidades" que han dado lugar a Cajasol.
Pero ¿qué se esconde detrás de esta decisión? ¿Por qué ahora? Entre las razones que se barajan, y a falta de las explicaciones que Pulido dará hoy a los consejeros, han tenido bastante peso "los problemas" de calado con los que se está encontrando la integración. Según apuntaron ayer fuentes de la entidad, Ramírez Loma, como uno de los máximos responsables del proceso de fusión, no ha sido capaz de lograr los objetivos marcados "a nivel de integración de las culturas de ambas entidades, de los equipos directivos, en el ámbito operativo y en las relaciones laborales".
Dicho de forma gráfica: "A los siete meses de la fusión, en la práctica sigue habiendo dos entidades". La problemática anteriormente expuesta se traduce en que las plantillas no se sienten "cómodas" o no se pueden realizar las mismas operaciones en unas oficinas que en otras. Son varios ejemplos. De hecho, los sindicatos presentaron recientemente al presidente de la entidad un documento con más de 3.000 firmas quejándose de que las cosas no funcionaban y él les aseguró que abordaría este problema.
Por su parte, Pulido ha ofrecido a Ramírez Loma que continúe vinculado a la entidad a través de su grupo empresarial, aunque no ha trascendido la respuesta de éste. El presidente, que agradeció "de forma efusiva" la colaboración prestada por el directivo, explicó que el cambio es necesario para "relanzar el proyecto en una nueva fase y con unos nuevos tiempos". Así, siete meses después de la unión "se plantea acometer una nueva etapa de consolidación y expansión en varios frentes: comerciales, tecnológicos y operativos", sin aportar más detalles. Mientras, otras fuentes incidieron en que se busca "gente de confianza".