Sin ser su objetivo, aquí está el Cajasol, protagonista del play off. Una gran conquista. A priori, en los albores de la temporada, nadie hubiese pensado que el joven equipo de Aíto García Reneses iba a estar entre los ocho mejores equipos de la Liga Endesa. A priori, en los cuartos de final, como entonces, pocos o muy pocos, son los que se atreven a apostar a que los sevillanos estarán en las semifinales. Delante, una eliminatoria en una fase por el título donde sólo Satoransky, Sastre y Urtasun tienen experiencia, éste último en tres ocasiones, dos de ellas vistiendo la camiseta de Pamesa, hace siete años. El checo y el mallorquín estuvieron hace dos años en el play off del Cajasol de Joan Plaza ante el Real Madrid. Pero más allá de esa inexperiencia, la principal dificultad sin duda está en el potencial del rival, el Valencia Basket del excajista Velimir Perasovic.
Junto al Real Madrid, el mejor de la temporada, donde ha ejercido, como el Cajasol aunque en un nivel superior, de equipo revelación. Perasovic ha hecho del Valencia un conjunto tremendamente competitivo, con muy pocas fisuras, muy regular durante toda la competición, donde sólo ha perdido cuatro partidos, y pese a sufrir lesiones de jugadores importantes. Campeón de la Eurocup, en la que ha arrasado para conquistar su tercer entorchado, y la vía que le permitirá participar la próxima temporada en la Euroliga, la competición que, visto el nivel del equipo, sin duda le corresponde.
Disfruta Valencia del MVP de la Liga Regular, el ala-pívot Justin Doellman, coronado el martes pasado después de un año para enmarcar, no sólo por las estadísticas, en las que destacan sus 15 puntos de media por partido, 4 rebotes y 3 asistencias, sino por su capacidad para echarse a la espalda al equipo y hacerlo con acierto en los tramos decisivos de los encuentros.
Contra Cajasol se ha lucido en los dos partidos. En San Pablo (77-95), el 29 de diciembre, alcanzó su segunda mejor valoración en un partido, con 39, sólo por detrás de los 42 que firmó ante el CAI Zaragoza en la Fonteta (32 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias). Al equipo sevillano lo ajustició con 29 puntos (6 de 7 en tiros de dos, 3 de 6 en triples y 8 de 9 en tiros libres), 5 rebotes, 4 asistencias y 4 balones recuperados. En el partido que se fue a la prórroga de la jornada 32, todavía en la retina de los buenos aficionados por el enorme nivel que mostraron los dos equipos, el jugador de Cincinnati (3 de febrero de 1985) hizo 23 puntos, con 6 de 7 en tiros de dos, 1 de 2 en triples y 8 de 9 en tiros libres: 31 de valoración.
No será Doellman la única amenaza cierta de Valencia, porque otros tres jugadores superan los dobles dígitos en anotación, Sato, Dubljevic y Lishchuk, aunque éste acaba de reincorporarse después de un largo periodo de inactividad. El ucraniano se lesionó en el adductor en la Copa del Rey, y reapareció en la jornada 31. Además, Rafa Martínez promedia 9.6 puntos. En el colectivo, los taronja aparecen como segundos en las listas de ataque (86.18), asistencias, pérdidas, recuperaciones y valoración (99,97), y es el mejor equipo en triples (40%) y tiros libres (82,90). Eso sí, en el rebote y la defensa los hombres de Aíto tienen mejores guarismos, aunque en el primero de los aspectos si Valencia es un equipo que rebotea poco es porque acierta mucho en ataque, con lo cual, que la defensa cajista roce la perfección es una condición sine qua non.
Así lo demuestran también los resultados de los cuatro partidos que ha cedido en la fase regular: Cayó ante el Barcelona en el Palau por 76-75; ante el Real Madrid en la Fonteta por 75-82; en Zaragoza por 95-89 y en el último partido en Badalona por 78-73. Ante los de Maldonado Doellman solo anotó 9 puntos, con 4 de 11 en tiros de dos, por los 1 de 9 de Sato, aunque acabara con 14 puntos, gracias al 4 de 5 en triples.
Ante equipos de play off, el Cajasol también salió bien parado cuando le funcionó su defensa. Venció al CAI Zaragoza en los dos partidos encajando 59 y 66 puntos; superó a Laboral en San Pablo recibiendo 62 y ante Herbalife Gran Canaria 60 y 58. Es obvio que el Cajasol debe dar su mejor dimensión esta tarde en la Fonteta, donde, pese a perder, ya realizó recientemente (el pasado 11 de mayo), uno de sus mejores partidos de la temporada, sino el mejor (104-93). Se le fue en la prórroga, donde encajó un determinante 11-0 de salida.
En ese partido tuvo lo que se espera de este equipo, desparpajo e intensidad, y una aportación de todos sus hombres importantes. Encajó 12 triples (de 26 intentos, 46%), un aspecto de la defensa que hoy deberá tratar con mimo.
El Cajasol no tiene nada que perder, pero es de esperar que la calificación de premio que recibe justamente esta clasificación para el play off la asimilen como una oportunidad para competir al máximo y no como relajación. El aplauso y el sentimiento de orgullo del cajismo ya lo tienen. Es una temporada de sobresaliente. Toca luchar por la matrícula de honor.
