Cultura

Cajasol expondrá este otoño a ‘Los maestros del Barroco’ que atesora

Ha restaurado el Valdés Leal que adquirió en subasta y se verá en la muestra. En Laraña podrán verse nueve obras de Alonso Cano, Murillo o Zurbarán entre otras

el 23 jul 2013 / 23:30 h.

La Fundación Cajasol ha decidido sacudirle el polvo a las obras que atesora su valiosa colección de arte, una de las más importantes de Andalucía, e iniciar un programa de exposiciones, que arrancará el próximo 27 de septiembre con Los Maestros del Barroco, que podrá verse hasta el 5 de enero en su centro cultural de la calle Laraña y que exhibirá nueve piezas, entre ellas pinturas de Zurbarán, Murillo, Alonso Cano, Valdés Leal, dos anónimos –una Inmaculada y un rey San_Fernando– y tres tapices holandeses. Dentro de esta muestra, una de las apuestas más potentes de la próxima temporada, se exhibirá el Jesús atado a la columna, de Valdés Leal, que adquirió por 95.000 euros la fundación en la última subasta de Arte, Información y Gestión, y que acaba de ser restaurado por Juan Luis Coto, experto en este autor, con más de 40 lienzos recuperados. Estos trabajos han tenido un coste de 10.000 euros y han llevado cuatro meses a Coto, quien ha contado con el asesoramiento del catedrático Enrique Valdivieso. La muestra recorrerá otros centros de la entidad en Andalucía y forma parte de una nueva política de Cajasol, que quiere organizar exposiciones en las que dar a conocer su fondos pictóricos, que abordan sobre todo el arte modernista y el contemporáneo, según anunció ayer el presidente de la entidad, Antonio Pulido, que acudió a la presentación del Valdés Leal. El presidente de la fundación reconoció que “aunque nos encontramos en una época de estrecheces y dificultades, sería un asesinato histórico el no defender la parte de nuestro patrimonio cultural”. Por eso, ha garantizado el compromiso de Cajasol con los creadores andaluces. En cuanto al Valdés Leal, el restaurador explicó que esta obra, que puede fecharse hacia 1670, es una de las de más valor del maestro sevillano en las que se reconocen de forma evidente las características de estilo de Valdés Leal, ya que “tanto la composición, como el dibujo y el colorido coinciden claramente con los empleados en su periodo de máxima plenitud”. Además, destacó que en el cuadro “se advierte la manifiesta tendencia de este artista a captar una expresividad típicamente doliente y patética, en contraposición a su contemporáneo Murillo, que en temas de la pasión de Cristo procuraba al máximo rehuir la expresión del sufrimiento”. El estado de conservación de la obra era pésimo, según desveló Coto. El lienzo pertenecía a un coleccionista particular hasta que lo compró Cajasol en la subasta de primavera de Arte y Gestión. Según explicó, la pintura había sido sometida a una restauración en el siglo XIX, en la que se habían realizado repintes sobre algunas zonas que, por suerte, no alcanzaron a la figura de Jesús. Coto ha retirado estos restos y ha utilizado el estucado o reintegración de la pintura para devolver el esplendor a esta pieza. Los marcos también estaban muy dañados, por lo que han sido reparados, sustituyendo alguna de sus partes, que eran irrecuperables. La obra había sido reentelada a principios del siglo XX, encontrándose el soporte textil muy envejecido, con manchas de humedad y con pérdida de adhesividad, algo que también ha sido subsanado. En su opinión, la obra muestra “visiblemente las buenas dotes del autor para plasmar la anatomía al desnudo del cuerpo humano, y que el movimiento de éste se resuelve de acuerdo a los estudios que se impartían en la Academia de Pintura Sevillana, de la cual llegó ser presidente, probablemente teniendo delante un modelo”. Además, continúa, “la contraposición sucesiva de las posturas de las diferentes partes de la figura le otorga una movilidad muy intensa, a pesar del estatismo de la composición en general”. MUSEO CAJASOL, APLAZADO. La intención de Cajasol de sacar a relucir las joyas de su colección en grandes exposiciones sustituye de momento al proyecto del museo que pretendía abrir en su sede de la plaza de San Francisco. “La fundación tiene interés, pero hay que estudiarlo con detenimiento y viendo las posibilidades económicas”, dijo Pulido, que no quiere comenzar esta iniciativa, que se anunció en 2010 y que iba a incluir también su edificio de Sierpes, hasta que no cuente con garantías económicas. Por eso, descartó que se produzca ningún movimiento este año y pospuso cualquier novedad hasta 2014. Tampoco ha vuelto a tener noticias Cajasol del proyecto de las Atarazanas que impulsa la Junta y para cuya programación iban a contar con esta fundación. Ningún movimiento desde que se anunció en marzo.

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