Economía

Cajasol festeja sus 175 años

Allá por 1834 nacía la Caja de Jerez, la primera entidad de ahorros de España, germen de la actual caja sevillana

el 10 oct 2009 / 20:48 h.

Tras la integración de El Monte y San Fernando, Cajasol tiene ya nuevos objetivos.

Corría el año 1834. Una fecha histórica por el punto y final del tribunal de la Inquisición, con el que se cerraba una página de la historia de España que se prolongó durante 356 años. Pero no es el único hecho histórico de relevancia.

En un municipio gaditano, en Jerez de la Frontera, se alumbraba la Caja de Ahorros de Jerez, considerada la más antigua de España con esta denominación, si bien, su carácter privado le ha impedido disfrutar de ese honor, tal y como explica el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Granada, Manuel Titos Martínez.

Cobraba vida, pues, la actividad típica de las cajas de admitir depósitos voluntarios y pagar un interés por los mismos.

En su estudio sobre Las Cajas de Ahorros en la Historia de Andalucía, refleja cómo nació la primera caja a instancias del Conde de Villacreces, cuya sede instaló en su propia casa. El origen de la misma puede hallarse en la directriz marcada a principios del siglo XIX por el General Espartero, quien abogó por la creación de entidades que promoviesen el ahorro como herramienta cuyo fin último era el de ayudar a los más desfavorecidos.

Así pues, y según los primeros y escasos datos que se encuentran sobre la Caja de Ahorros de Jerez, se podían realizar depósitos, aunque, eso sí, con ciertas condiciones. Las imposiciones oscilaban entre un mínimo de cuatro reales y un máximo de 20.000 por persona, cuya garantía se basaba en la solvencia del conde, que abonaba un interés del 4% al año.

Claro que los clientes -que disponían de su "librete" en el que se anotaban las imposiciones y reembolsos- podían retirar el dinero siempre que avisaran con ocho días de antelación si la cantidad no era superior a los 500 reales y con un mes de preaviso para cuantías más elevadas, según consta en la Real Orden de 2 de abril de 1835.

Surgía así el germen de lo que 175 años y tras un largo y complejo proceso de integraciones, absorciones y fusiones ha dado lugar a lo que es hoy día Cajasol, fruto de las uniones de cajas y Monte de Piedad de Jerez, Huelva y Sevilla. Una efeméride que la caja sevillana tiene previsto celebrar por todo lo alto con una programación de actos que la entidad financiera dará a conocer el próximo martes.

Poco más se sabe de esa primera caja, bien porque su vida no debió ser larga -señala Manuel Titos- y por su carácter estrictamente privado. El Ayuntamiento de Jerez retoma la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Jerez en 1863, tras varios años trabajando en el proyecto.

En 1838 se aprueban los estatutos de la caja fundada en Granada por el Monte de Piedad de Santa Rita de Casia, que sobrevivió 125 años pero irregularidades internas acabaron con ella.

Y tras ella, la siguiente fundación andaluza se produce en Sevilla en 1842. Es el Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Sevilla, que destaca entre el resto por la decisión que tomó unos años más tarde, en 1847, de conceder préstamos de hasta seis meses con garantía pignoraticia (esto es, dar en prenda) de trigos y aceites.

Durante el siglo XIX fue, con diferencia -reseña Titos-, la caja más grande de Andalucía. Luego llegaría su transformación como establecimiento benéfico (con gestión de la Junta de Beneficencia) y ya, en la época contemporánea, se uniría en 1990 con la Caja de Ahorros de Huelva.

Vocación. Ya recordaba su actual presidente, Antonio Pulido, hace apenas unos días en la presentación de la Fundación Empleo y Sociedad que las cajas de ahorros tienen escrito en su ADN su vocación social, de apoyo activo al desarrollo del territorio en el que nacen, de la que no pueden olvidarse ni renunciar.

Y más en la época actual, en la que el sector financiero en su conjunto no ha salido bien parado por el papel protagonista que ha desempeñado en el origen de la crisis financiera y la respuesta generalizada de cierre del grifo del crédito a empresas y hogares. No sólo eso.

Corren tiempos revueltos para las finanzas y más que vendrán, con acercamientos, proposiciones y uniones que suponen el germen del que será un nuevo escenario financiero y en el que Cajasol quiere jugar -así lo repite su presidente- un papel de liderazgo.

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