Cajasol y CCOO han acordado un plan de prejubilaciones voluntario para los trabajadores mayores de 55 años. El pacto, que extiende su vigencia hasta 2013 pero cuya mayor aplicación será en éste y el próximo año, beneficia a 430 empleados, casi un 9% de la plantilla de la entidad financiera sevillana.
A finales de julio pasado, el presidente de Cajasol, Antonio Pulido, informaba a la asamblea general de la entidad sevillana que había ofrecido a la plantilla un plan de prejubilaciones voluntario y con carácter universal. Para éste ya hay un pacto, suscrito con el sindicato mayoritario, CCOO, pero no con UGT, está concebido para los trabajadores mayores de 55 años y, en principio, supondrá la salida de unos 430 empleados, aunque este número podría incluso incrementarse.
Fuentes sindicales confirmaron a este periódico no sólo la existencia de ese acuerdo, sino que éste se pondrá inmediatamente en marcha. El origen del plan radica en el interés de Pulido en desvincular de la caja de ahorros a la mayoría de los 34 directivos que se habían quedado sin cargo alguno tras la reestructuración de la cúpula acometida a mediados de junio, y a los que quería ofrecer una salida individual pactada. Los sindicatos se opusieron, y reclamaron las mismas oportunidades para el conjunto de la plantilla.
Así, el acuerdo alcanzado con CCOO implica que las prejubilaciones serán voluntarias (nadie se verá forzado ni presionado) y a ellas se podrán acoger todos los trabajadores (carácter universal) de 55 a 59 años cumplidos a 31 de diciembre de 2009.
No obstante, y aquí llega uno de los motivos por los que UGT no ha facilitado su rúbrica, tendrán preferencia aquellos empleados que no pudieron beneficiarse del último plan de prejubilaciones previo a la fusión de El Monte y San Fernando, y que data de 2006. Para CCOO, "es de justicia que sean los primeros en poderse acoger al futuro plan al haber quedado excluidos de la oferta anterior por falta de fondos". En cambio, esta reserva constituye, en opinión de la central ugetista, "un agravio comparativo" y elimina, por ende, la impronta universal.
Antes de que finalice 2009, explican fuentes de CCOO, a los empleados que estén en la citada horquilla de años se les llamará "por riguroso orden de edad". En las primeras ofertas, para los ejercicios 2009 y 2010, "podrán acceder todos los trabajadores con 58 y 59 años que lo deseen, pudiendo incluso bajarse hasta los 57". Pero, según agregan, la entidad asignará al plan de prejubilaciones ingresos atípicos y extraordinarios -esto es, no directamente obtenidos de la actividad tradicional de la caja- hasta 2013, de ahí que quede abierta la posibilidad de acceso al resto de personas con 55 años cumplidos al cierre del próximo mes de diciembre.
¿Cuántos y cuánto? Cálculos del sindicato hablan de una "expectativa cierta" para casi 430 empleados -el 8,9% de la plantilla total-, y para ellos se contempla una partida económica de 56 millones de euros. Y al ser voluntarias, en función de las adhesiones del colectivo preferente se podrá sumar el resto de la plantilla susceptible de acogerse, y esto hace, a juicio de las fuentes, que se garantice la universalidad del pacto.
Éste extiende su vigencia hasta el 31 de diciembre de 2013 y tendrá una dotación (reserva financiera) específica dentro de los balances de la caja de ahorros. Quien se acoja al mismo percibirá el 80% de su salario, aunque en función de la antigüedad este porcentaje puede incluso escalar al 83,5%. El compromiso de pago será hasta la fecha de jubilación ordinaria y se realizarán revisiones conforme a la evolución del Índice de Precios de Consumo (IPC) con un máximo del 2,5%, y con la seguridad de que no se aplicarán descuentos en caso de inflación negativa.
Fuentes de UGT, por su parte, consideran "escandaloso" que este acuerdo de prejubilaciones "se olvide" del empleo, es decir, de compensar una parte de la salida de los trabajadores mayores de 55 años por otros más jóvenes. "Se le está dando a Cajasol un cheque en blanco", lamentan.
Cajasol arrastra un exceso de personal desde la fusión de El Monte y San Fernando -de hecho, durante el periodo transitorio de esta operación apenas 130 trabajadores se han prejubilado-, circunstancia agravada por las duplicidades de oficinas.
Si excluimos el grupo consolidado (añade empresas propias y asociadas) y nos quedamos sólo con la entidad financiera, Cajasol es la caja de ahorros andaluza con mayor gasto en personal y, consecuentemente, con mayor desembolso por trabajador, según consta en el Anuario 2008 de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).
Unicaja, por ejemplo, abonaba el año pasado 55.912 euros por empleado en salarios y otras cargas sociales, mientras que en Cajasol el importe se elevaba a 66.840 euros.
A la hora de medir la contribución por trabajador al beneficio (beneficio neto individual de la caja dividido entre cada empleado), la entidad sevillana, con 28.605 euros, se queda muy lejos de los 55.383 euros de la malagueña. Y tres cuartos de lo mismo ocurre con la rentabilidad por oficina.
Junto al plan de prejubilaciones, el presidente de Cajasol, Antonio Pulido, acometerá cierres de oficinas. Objetivo, más productividad y eficiencia.
