Cultura

Cajasol revive los hitos de la 'perfomance' en una muestra

Con el empeño de demostrar que la performance -aceptada como expresión artística en los 70- no ha perdido vigencia, la comisaria Margarita Aizpuru presenta en el Centro Cultural de Cajasol su proyecto La performance expandida, que reúne a los mejores artistas nacionales y extranjeros.

el 14 sep 2009 / 23:07 h.

Con el empeño de demostrar que la performance -aceptada como expresión artística en los 70- no ha perdido vigencia, la comisaria Margarita Aizpuru presenta en el Centro Cultural de Cajasol su proyecto La performance expandida, que reúne a los artistas nacionales y extranjeros que más y mejor se han desenvuelto en esta disciplina.

Cindy Sherman (New Jersey, EEUU-1954) posa a solas para su cámara gracias a un cable que le hace llegar el obturador hasta su pie. Un mando a distancia un tanto rústico, pero repleto de imaginación si tenemos en cuenta que estas acciones artísticas, de lo que ya comienza a llamarse performance, se suceden mediados los años 70. Esta serie fotográfica, con autorretratos de Sherman disfrazada de hombre, así como de roles de mujer absolutamente estereotipados, constituye el arranque de la exposición La performance expandida, un proyecto coordinado por Margarita Aizpuru que se inaugura hoy en el Centro Cultural Cajasol y en el que participan los artistas más importantes de este género: algunos ya históricos, como es el caso de Esther Ferrer o la propia Sherman, así como otros tantos creadores -hasta 15- que están contribuyendo ahora a demostrar que la performance "no es una fórmula agotada ni ha perdido su fuerza", explicó Aizpuru ayer a la prensa, y se mostró "absolutamente en contra de aquellas voces que aseguran que el arte performático pertenece más a la década de los 60 y 70 y ahora se produce de manera más testimonial".

Es más, la comisaria se atreve a aseverar que la performance "no sólo no ha perdido su fuerza, sino que, además de la concepción clásica de este género, con acciones en directo, ha evolucionado hasta influir definitivamente en otras disciplinas, como el vídeo, fotografía e instalaciones, para producirse un verdadero mestizaje". Así las cosas, la nómina de artistas que pertenecen a esta generación mestiza y que participan en la muestra de Sevilla, que podrá verse hasta el próximo mes de marzo, repasa nombres como Fernando Sánchez Castillo (España), Beth Moysés (México), Yosumasa Morimura (Japón), María Galindo y Colectivo Mujeres CReando (Bolivia), y otros más cercanos, como es el caso de los andaluces Francisca Antúnez, Paco Almengló, Javier Velasco y Jesús Algovi.

Caracterizadas todas las performances por su actitud combativa y compromiso social, la exposición hace un repaso por las diferentes formas de violencia (haciendo hinapié en la sufrida por la mujer, con ejemplos de territorios tan conflictivos como Ciudad Juárez) y la ruptura de los roles sociales sucedida en estas últimas décadas. "No ha sido una cuestión premeditada", explicaba ayer Margarita Aizpuru, que defendió el carácter provocador y de denuncia que lleva inherente la performance como medio de expresión artística al tiempo que de activismo social. "No entiendo el arte puramente formal, el que no lleva implícito la denuncia", manifestó.

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