Si los derbis regionales protagonizados por sevillanos y malagueños siempre contienen una intensidad y rivalidad por encima de lo habitual, el que librarán este mediodía en San Pablo Cajasol y Unicaja se plantea como un duelo sin tregua, a cara de perro.
Joan Plaza y Aíto García Reneses, viejos conocidos e inquilinos de ambos banquillos, necesitan como el comer que sus plantillas se hagan con el triunfo en un choque vital, y no es un tópico: la vida le va a los malagueños, que se presentan en San Pablo con un bagaje de cero victorias y cuatro derrotas que nadie podía imaginar pese a los muchos cambios en el plantel y a las lesiones que han retardado su puesta a punto, y un nuevo tropiezo comprometería muy seriamente sus opciones de alcanzar el primer e inexcusable objetivo de la temporada, la Copa del Rey; pero no le va menos a los hispalenses, que con una sola victoria en su haber y todavía inéditos en casa precisan dejar atrás las vacilaciones y fantasmas del pasado.
Ninguno de los dos técnicos podrá justificar la derrota en las bajas, dado que por fin ambos cuadros están completos, con todo el personal en perfecto estado. El británico Joel Freeland, el jugador más determinante (12 puntos y 12,5 de valoración) en este tumultuoso comienzo de curso para los costasoleños, ha sido el último en recuperarse de una sobrecarga en el hombro derecho que le hizo ser duda.
El morador de San Pablo deberá vigilar muy de cerca asimismo a otros hombres que van a más conforme pasan las jornadas, caso de Taquan Dean, Robert Archibald o Jiri Welsch, y cuya progresión explica que Unicaja, paradójicamente, cuente por victorias sus dos encuentros de Euroliga: en casa del Partizan y en Málaga ante el ogro Olympiacos, al que doblegaron esta misma semana por un capicúo 86-68.
Si Unicaja ha sido capaz de derrotar a sus rivales europeos y en cambio ha caído ante Fuenlabrada, Manresa, Real Madrid y Lagun Aro GBC, el Cajasol tampoco ha dado un rendimiento acorde a la pretemporada y a los fichajes realizados, pero el triunfo en la cancha de Estudiantes puede otorgar la confianza precisa a un bloque en el que Juanjo Triguero y Dusko Savanovic se están erigiendo en los hombres más en forma, a la espera del resugir de Josh Asselin, quien hoy tendrá la motivación extra de medirse a su ex compañero y amigo Guillem Rubio. ¿Le bastará?