El Tribunal Supremo ha condenado a Altadis a pagar a todos los trabajadores activos, jubilados y prejubilados por la retirada en 2006 de las cajetillas de tabaco que se les entregaba cada mes. Unos 10.000 empleados españoles se verán beneficiados con 51 millones de euros, de los cuales dos millones irán a parar a Cádiz para repartirse entre alrededor de 2.000 personas.
"Nos felicitamos, lo celebramos porque la empresa no ha conseguido su objetivo y contra esta sentencia no cabe recurso ya", explicó Andrés Butrón, portavoz de la Asociación de Trabajadores Tabaqueros, después de una larga batalla judicial con la compañía, que es propiedad desde hace unos meses de Imperial Tobacco. La Audiencia Nacional en un principio denegó la solicitud de los sindicatos porque la devolución del salario en especies incumplía la normativa sobre el tabaco. Sin embargo, apoyó un recurso de los trabajadores en el que proponían que se le pagara en metálico. La empresa recurrió al Supremo, que ha dado la razón a los empleados, quienes calculan que recibirán 2.600 euros cada uno por las cajetillas que no han recibido desde 2006 y 1.000 euros anuales.
La entrega de este plus en especies a los trabajadores era una tradición de la industria tabaquera en España desde su origen en el siglo XVII. Altadis decidió dejar de abonar esta retribución mensual el 1 de enero de 2006 amparándose en la entrada en vigor de la Ley Antitabaco.
Imperial Tobacco, que compró Altadis a principios de año, tendrá que asumir estos costes con los que no contaba. Los trabajadores están pendientes de una reorganización que pretende hacer la empresa, que presentará el estado en el que quedarán las plantillas en junio. El comité de empresa, teme que se produzcan recortes después de haber sufrido varios expedientes de regulación de empleo en los últimos años que han mermado la plantilla original.
