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Calcinados más de 10.000 pollos en La Luisiana por una estufa

Un incendio declarado en una granja avícola de La Luisiana acababa con 10.700 pollos quemados. El incendio afectó a una de las tres naves de la misma, que juntas albergaban a 37.000 animales.

el 15 sep 2009 / 00:43 h.

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Un incendio declarado en una granja avícola de La Luisiana acababa con 10.700 pollos quemados. El incendio afectó a una de las tres naves de la misma, que juntas albergaban a 37.000 animales. El incendio lo produjo una estufa de aceite de orujo, aseguraron los propietarios.

La granja situada en la carretera que une las localidades de Campillo y La Luisiana es propiedad de una familia, formada por un matrimonio y dos hijos, que lleva dedicada a la cría de pollos alrededor de 30 años. Según la dueña, Loli Alcaide, fue su hija la que cuando se encontraba paseando con su pareja se acercó a la nave y al abrir las puertas salió un "gran caño de humo". Fue entonces cuando avisó a sus padres, que inmediatamente se acercaron y llamaron a los bomberos.

Fuentes del Servicio de Emergencias 112 indicaron a la agencia Europa Press que hasta el lugar de los hechos se desplazaron efectivos del Parque de Bomberos de Écija, que extinguieron el fuego, y agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, que se hicieron cargo de la investigación para esclarecer las causas que provocaron el incidente.

Sin embargo, para la propietaria las causas están claras, "ha sido a causa de una estufa de orujo que había en la nave y que se ha debido calentar". La estufa sirve para mantener una temperatura adecuada para las aves, que oscila entre los 36 y los 37 grados centígrados. La familia tiene instaladas estufas de gasoil en el resto de naves que echan aire caliente, por lo que en éstas "es más difícil que se incendien".

Las aves habían llegado a la granja alrededor de las 16.00 horas del mismo día, comenta la propietaria, y se encontraban en la zona de "recría" cuando ocurrieron los hechos.

Alcaide dijo que la familia entera se encuentra "un poco venida abajo", pero se mostró optimista y dijo que "hay que seguir adelante, no hay otro remedio".

La familia no cuenta con seguro para la nave que ha quedado bastante afectada, por lo que tendrán que afrontar ellos mismos los desperfectos de la nave, así como la perdida de los animales. Alcaide cuenta que antes tenían seguro pero que tras un problema se llevaron "un chasco" con la aseguradora, por lo que desde entonces decidieron seguir adelante sin seguro.

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