Economía

Caldera subraya el potencial de empleo de las políticas sociales

Un libro recoge diez reflexiones sobre el nuevo modelo productivo

el 23 nov 2010 / 22:42 h.

El ex ministro Jesús Caldera, ayer junto al consejero andaluz de Empleo, Manuel Recio.

Aunque aún es pronto para sopesar cómo abordarán los libros de historia la crisis sin precedentes que vivimos, ya contamos con algunas lecciones inapelables. Una de ellas, que el modelo productivo que sirvió al país para crecer de forma exponencial en los años previos a su estallido ya no sirve, al menos con su diseño actual. Un punto de partida ante el cual caben dos opciones, esperar a que escampe el temporal para abordarlo desde la tranquilidad de haber superado lo peor o utilizar la sacudida para asentar nuevas bases de futuro.

En ese contexto se enmarca la publicación del libro El empleo. Reflexiones para un nuevo modelo productivo, coordinado por la Fundación Pública Andaluza Fondo de Formación y Empleo, dependiente de la Consejería del ramo, que ayer se presentó en la EOI en un acto presidido por el consejero andaluz de Empleo, Manuel Recio, y en el que colaboró El Correo de Andalucía.

Diez visiones reflexivas desde diversos ámbitos recoge la publicación, cuya puesta de largo no quiso perderse uno de sus autores, el ex ministro de Trabajo y vicepresidente de la Fundación Ideas, Jesús Caldera, quien puso el acento en que las instituciones laborales no tienen responsabilidad en el origen de la crisis, y que hay que buscar más bien "en un modelo de pensamiento que apostó más por el individualismo agresivo que por el interés general". Apoyó esta idea en que fueron estas instituciones las que ayudaron a crear tres millones de empleo entre 2004 y 2008, las mismas con las que se destruyeron más de dos millones después.

Caldera, que citó como sectores de futuro la construcción enfocada a la rehabilitación, la rama aeroespacial, energías renovables, tecnologías, cultura, actividades ambientales y ecoindustria, hizo especial hincapié en la traslación de las políticas sociales como herramientas favorecedoras de la generación de empleo y del crecimiento económico, con la ley de dependencia o las escuelas de cero a tres años como referentes.

Sin embargo, incidió en la necesidad de establecer de forma paralela al cambio de modelo una transformación del mercado laboral con objeto de cambiar la dualidad que lo define, reducir el peso de la temporalidad, incentivar la formación y la movilidad, y focalizar mejor el gasto de las políticas activas de empleo. Un camino en el que, según destacó el consejero Manuel Recio, Andalucía ya ha emprendido los primeros pasos con la reforma del SAE y defendió que la comunidad también es "pionera" al contar con su propia estrategia sostenible, en el marco de la concertación social, una hoja de ruta sobre la que trabaja el Gobierno central.

Otras visiones. Sin un cambio en el modelo energético, no será posible acometer una transformación más profunda que derive hacia un modelo viable y sostenible. Fue una de las claves que remarcó Manuel Garí, director del área de Medio Ambiente del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud, que también precisó que, sobre este asunto, hay más consenso de palabra que de hechos. Además, incidió en que los cambios "no son neutros", por lo que apostó por el diseño de un proceso de transición "justo", ya que ante cualquier transformación la clase trabajadora siempre se ve afectada. Como solución, citó la formación profesional.

Completó la mesa redonda Ignacio Buqueras, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, quien enfocó su intervención en el capital humano, sobre todo, en los horarios. "Defendemos un cambio más razonable que nos permita vivir de forma más plena y ser más productivos". Así, abogó por desterrar la cultura del presentismo y por "dejar de engañarnos" porque "estar en el lugar de trabajo no es estar trabajando", sentenció.

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