El entrenador del Betis, Gabriel Humberto Calderón, ha reivindicado hoy a sus futbolistas después del primer triunfo en cuatro meses. "Es un triunfo de los jugadores, ya vi muchísima mejoría en Vigo pero regalamos el partido en diez minutos. Hoy vimos un equipo sólido, con una actitud increíble de los jugadores, por eso los felicito", ha dicho el argentino tras el 2-0 contra el Espanyol. "He dicho a los jugadores ustedes pueden. Y hoy han demostrado una gran mentalidad", ha añadido luego el técnico verdiblanco, que tampoco se ha olvidado de la afición: "Estamos en deuda con el público, poco a poco vamos a ir devolviéndole la alegría que se merece. Creo en esto por el público, es lo mejor del mundo. Les estoy agradecido porque me han hecho vivir los mejores días de mi vida en un campo", ha recordado. Calderón también ha elogiado la aportación de dos hombres fundamentales. El primero, por supuesto, Rubén Castro: "Gracias a Dios, desde que vine recuperó montones de cosas y estoy muy feliz, el equipo lo necesita más que nunca. Él está muy comprometido y todavía tiene margen de mejora". Y el segundo, NDiaye: "Nos ha dado una gran seguridad, todas las pelotas divididas las solucionaba con una categoría increíble. El chico aportó lo que necesitamos de él desde el primer día, que es muy difícil", recalcó. En cuanto al partido en sí, Calderón ha ofrecido una justificación como mínimo curiosa para explicar el poco fútbol que se vio en la primera mitad: los jugadores no podían oír sus órdenes. "El guión no era jugar como jugamos en la primera parte, pero el Espanyol nos cambió la táctica en el centro del campo, tenían superioridad y yo, que no estoy bien de la voz, no podía dar órdenes a los jugadores. En la segunda parte se acabó el problema. Gracias a la defensa, ese desequilibrio en el centro no se notó", ha contado. Ánimo: "Hemos puesto música y hemos bailado. La felicidad era grande". La portería a cero: "Dejamos la portería a cero después de encajar nueve goles en dos partidos, el equipo tuvo la organización que vi que no había. Gracias a la inteligencia y la actitud de los jugadores lo hemos conseguido". El cambio de sistema: En realidad sólo cambia un jugador. Si pones los muñequitos, 4-4-1-1, ese segundo mediapunta lo cambias por un líbero. Se trataba de dar confianza al que llegó hace dos días poniéndolo en medio de los dos stoppers. Todo tiene que ver con la autoestima y la confianza. Necesitaban esto y se lo merecen. Continuidad del sistema: No. En fútbol moderno hay que tener en cuenta muchísimas cosas, por ejemplo nuestra situación psicológica. Ya en el próximo partido veremos, tener tres defensas con un delantero hace que pierdas el mediocampo. Cuentas: "No hago cuentas, voy partido a partido porque estamos muy atrás en el pelotón. Había que sumar de tres en tres después de catorce partidos para recuperar la confianza. Ahora vamos a la próxima final. No podemos pensar de otra forma". AGUIRRE: "ESTOS TRES REFUERZOS DE LUJO HAN DADO OTRA VIDA AL BETIS" El técnico del Espanyol, Javier Aguirre, reconoció que el Betis fue otro distinto al que llevaba catorce jornadas sin ganar. Sabíamos que ellos no tenían mañana y les vinieron muy bien los tres refuerzos de lujo, han dado otra vida al Betis, cambió el Betis con estos cambios, ha dicho el mexicano, que consideró que el encuentro era un 0-0 clavado. El Betis es otro totalmente distinto al que recibió al Real Madrid. El partido seguía 0-0 y la gente seguía animando, cosa que no pasaba antes, ha agregado. Los dos equipos estábamos neutralizándonos y el primer gol llegó en un saque de banda. Tuvimos el empate y luego ya llegó el 2-0 definitivo vino en una contra, ha explicado Aguirre, que por supuesto no desahució a los verdiblancos: Llevo años en esto y hasta que se acaben las 38 jornadas todos están vivos, nadie debería atreverse a dar nada por sentado. Nadie imaginaba que el Barça aflojaría. Estamos todos en la guerra, ha recordado. Con una defensa de cinco se nos acomodaba mejor meter a Simao por fuera, pero su dibujo no nos condicionó. El partido estaba tan oscuro, tan poco agradable, que parecía un 0-0, ha añadido el míster perico.