El fútbol es un juego de equipo. Indudablemente, porque así nació y así está establecido. Ahora bien, la calidad individual en fútbol tiene, muchas veces, muchísimas diría yo, influencia en las victorias de un equipo. A Manolo Jiménez le ha puesto en sus manos José María Del Nido una gran plantilla. De las mejores que ha tenido el Sevilla Fútbol Club en su centenaria historia. Por ello, cuando el fútbol de conjunto del equipo nervionense no está a la altura de lo que se espera, está la alternativa de llegar a la vía de la victoria por la calidad individual de sus futbolistas.
Sucedió con el Zaragoza. Dos goles del '9' de la selección brasileña, más un tiro al poste en la primera mitad, saber aprovechar los errores del rival en la cobertura a la hora de hacer el fuera de juego, gol de Abdoulay Konko y jugadón de los dos jóvenes argentinos Federico Fazio y Diego Perotti en el tercero hacen la totalidad. Se llega a la conclusión de que fue la calidad individual la decisiva en la victoria. Ganen, háganlo por cualquier vía, pero ganen. Dicen que es lo único que importa en fútbol. Será verdad.
La superioridad del Betis. Dicen que en Segunda división la Liga la deciden los equipos que dejan escapar menos puntos en casa. En el Real Betis Balompié tienen tal calidad individual respecto a sus rivales, especialmente en ataque, y más en el catalán Sergio García, que en su estadio de Heliópolis puede decidir su futuro. Los dos partidos de rivalidad regional, ante Córdoba y Recreativo de Huelva, los ha sacado con solvencia y ahora habrá que esperar un nuevo desenvolvimiento del equipo en su próxima salida hasta Albacete. Aún siendo muy pronto para enjuiciar, todo parece indicar que sus partidos caseros, claves para el ascenso, serán su baza decisiva.